Ahora la única posibilidad de superar los serios problemas de equidad, calidad, segmentación y discriminación que se constatan en nuestra educación, es fortaleciendo el papel del Estado y la de la Educación Pública, para que en nuestro exista efectivamente libertad de enseñanza, pero por sobre todo el derecho a una educación de calidad.
Esto significa democratizar el sistema educativo en toda su estructura, modificar la administración, financiamiento y la gestión de los establecimientos educacionales, junto con fortalecer la profesión docente. Es un imperativo entonces derogar la LOCE y reemplazarla por una nueva Ley que considere la educación como un derecho humano de responsabilidad del Estado.
El fortalecimiento de la educación pública va más allá del hecho material del derecho a la educación, también contiene la responsabilidad de integrar a los discapacitados en un proyecto educacional y social común, de carácter nacional.
La educación regular y la educación especial debe construir estrategias pedagógicas capaces de dar respuesta a las necesidades educativas de cada niño con discapacidad, en todos los niveles y modalidades del sistema. En este plano me parece grave que la política del Mineduc, avance hacia la pérdida de derechos y garantías obtenidas por los discapacitados dentro del sistema educativo. En nombre de la igualdad de oportunidades, se quiere implementar un modelo en el que el niño discapacitado deja de recibir una atención de especialistas, porque ahora recibiría un apoyo en la educación regular de la escuela básica y media.
Intentar una Integración de los menores discapacitados en el actual sistema educativo es complejo y puede resultar frustrante, sabemos que la educación que imparten las escuelas regulares no logra satisfacer la demanda de sus propios alumnos. Además, una Integración implementada sobre la base de Proyectos genera inestabilidad al apoyo del menor discapacitado, por lo cual postulo una evaluación de los resultados de los Proyectos de Integración, antes de continuar con ellos.
Me preocupa el tratamiento homogéneo que se hace de las distintas discapacidades, por parte del Mineduc, en su Nueva Política de Educación Especial, creo que el diseño y la implementación de una política de educación especial debe realizarse sobre la base de propuestas por discapacidad. Desde este punto de vista se justifica plenamente la existencia y el fortalecimiento de las escuelas especiales que atienden las distintas discapacidades.
Considero que si la apuesta estratégica del Mineduc es aumentar la cobertura de integración escolar de los discapacitados al sistema regular, en primer lugar, rechazo que los establecimientos regulares se especialicen en la atención de un determinado tipo de discapacidad, ello atenta contra la atención a la diversidad, a la igualdad de oportunidades y profundiza la discriminación.
Por: Carlos Cifuentes. El autor es profesor y dirigente nacional del magisterio chileno. Colaborador de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 3 de agosto 2006
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