Aunque las terapias actuales han logrado detener la progresión de la enfermedad, los científicos no se llaman a engaño al valorar que todavía falta mucho para que se disponga de una tratamiento que venza al mal.
Es por ello que los médicos hacen énfasis en la prevención, y subrayan que los aquejados por la enfermedad de Alzheimer deben recibir apoyo y solidaridad de los que los rodean.
A pesar de que debe contar con el tiempo, algunos expertos plantean que en un futuro cercano se podrían observar logros en los procesos de búsqueda de la cura, explica Simon Lovestone, presidente del Fondo Británico de Investigaciones del Alzheimer.
Este especialista confía en que si bien no se puedan recuperar totalmente las funciones cerebrales perdidas, algunos de los daños serán reversibles y un número notable de enfermos tendrán una mejor calidad de vida.
Pero el doctor Hugh Pearson, de la Universidad inglesa de Leeds, por el contrario cree que los obstáculos por vencer todavía son demasiado grandes para avizorar mejoras significativas o la cura.
Sólo al superar esos obstáculos se podría pensar en la cura, especificó Pearson, y dos de estos son la imposibilidad de hacer un diagnóstico temprano y que las neuronas muertas no pueden recuperarse hasta hoy.
Los expertos aconsejan, para alejar los riesgos de la aparición de la dolencia, llevar una dieta equilibrada, desarrollar ejercicios físicos y actividades que mantengan la mente en activo.
Sobre todo sugieren a las personas que lleguen a entrenarse para mejeror sus formas de enfrentar los procesos de estrés.
El médico alemán Alois Alzheimer (1864-1915) describió en 1906 los síntomas de la enfermedad por primera vez, a partir de sus experiencias en el tratamiento de una mujer de 51 años.
Sin embargo, por espacio de unos 80 años, la descripción y el nombre del médico parecieron caer en un extraño olvido, hasta que hace poco tiempo volvió a acaparar interés de la comunidad científica internacional.
Su colega Emil Kraepelin, reconocido como descubridor de la dolencia junto a Alzheimer, propuso darle el nombre de este a la enfermedad.
Londres, 5 de noviembre 2006
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