El censo de Conaf se hace desde el año 99 y abarca dos partes, que es el santuario y la parte propuesta como reserva (que es adyacente al río Cruces), aclaró Huss, por lo que se contabilizan las aves registradas adentro del santuario y fuera de éste ?como un todo?.
«Es ahí (afuera), donde se encontraron los nidos, que corresponde a la reserva. El santuario, en cambio, está en la parte central», sentenció.
Huss dijo esta metodología de censos confunden a muchas personas y es un aspecto que deberán corregir el próximo mes.
«En el censo no nombramos la diferencia entre reserva y santuario, pero desde enero (de 2007) vamos a volver a precisar la diferencia para no cometer errores», aseguró.
En Conaf de Santiago también confirmaron que los nidos fueron encontrados fuera del Santuario del río Cruces.
Claudio Perez, periodista de la Conaf, aclaró que al hablar con la prensa «nosotros dijimos que fue en el río San Antonio y Pailapifil y no en el santuario».
SANTUARIO SIGUE IGUAL
El ornitólogo y director del Instituto de Zoología, Facultad de Ciencias de la Universidad Austral, Roberto Schlatter, uno de los estudiosos con mayor experiencia en el comportamiento y en los cambios experimentados por estas aves en el santuario confirmó que no existen anidaciones en el santuario, por lo que no se presentan mejorías desde el año 2004.
En tanto, se siguen avistando núcleos de cisnes en cauces tributarios, alejados del río Cruces, donde se encontraron los dos nidos con tres huevos cada uno.
El veterinario valdiviano, Daniel Boroschek, uno de los precursores del movimiento ciudadano Acción por los Cisnes también realiza recorridos de observación en la zona y confirmó que no hay anidaciones en el Santuario.
«Mientras no haya reproducción, ni cisnes en el santuario, no habrá vida en él. Es un indicador. Además, si llegase a haber reproducción alguna vez, tendría que ser significativa, porque antes se reproducían 500 parejas anuales que daban vida a dos mil cisnes anuales», explicó.
El veterinario adelantó que cuando los animales y las aves vuelvan al santuario será el mejor indicador de que el ecosistema está sanando, «más que los estudios científicos».
Coincidió con algunos científicos de la Universidad Austral en que «mientras no se detenga la fuente de contaminación, no habrá mejoría en el santuario».
Desde el año 2004, en que comenzó a operar la planta de celulosa, hubo un profundo cambio en el río Cruces, donde disminuyó drásticamente la población de cisnes de cuello negro y otras aves, que murieron y emigraron a ríos cercanos.
Valdivia, 26 de diciembre 2006
Crónica Digital
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