Tras señalar que todavía es inusual que la pobreza se vea a través del lente de los derechos humanos, recordó que ésta es «causa y producto de las violaciones de los derechos humanos».
Los bajos ingresos pueden impedir el acceso de las personas a la educación, un derecho «económico y social», lo que a su vez inhibe su participación en la vida pública, un derecho «civil y político», y su capacidad de influir en las políticas que los afectan, agregó.
En el encuentro disertarán José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la CEPAL, y Carmen Rosa Villa, representante de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH).
La pobreza, subrayó la CEPAL, se caracteriza por la discriminación, el acceso desigual a los recursos y la estigmatización social y cultural, factores respecto de los cuales las autoridades pueden y deben hacer algo.
Todos los Estados han ratificado por lo menos uno de los siete tratados internacionales fundamentales de derechos humanos, y el 80 por ciento de ellos han ratificado cuatro o más, precisó.
Las obligaciones en esta materia requieren que los gobiernos den prioridad al bienestar de su población, proscribiendo las causas fundamentales de la pobreza. Aducir una falta de recursos no absuelve a los países de responsabilidad, insistió la CEPAL.
La efeméride se conmemora el 10 de diciembre porque, en esa fecha de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Santiago de Chile, 9 de diciembre 2006
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