Las tropas israelíes invadieron y reocuparon áreas de la autonomía palestina el pasado 28 de junio con el alegado fin de rescatar a un soldado capturado por guerrilleros que demandan la liberación de las mujeres y adolescentes encarcelados en Israel sin proceso judicial.
Entre las víctimas fatales de hoy se cuentan una mujer y dos de sus hijos en Rafah, destrozados por proyectiles de grueso calibre disparados por tanques israelíes sin aviso previo, acorde con testigos.
Otras dos personas fueron ultimadas por tropas de Tel Aviv que desde el viernes realizan operaciones de allanamiento casa por casa en sectores de la empobrecida Franja, uno de los territorios de mayor densidad poblacional del mundo y entre los más pobres.
Esa zona autonómica es el principal bastión de Hamas (fervor, en árabe), organización musulmana devenida gobierno tras ganar las elecciones y, desde entonces, está boicoteada por las potencias occidentales dada su negativa a reconocer a Israel como estado legal.
La crisis tiende a eternizarse debido al estancamiento de las negociaciones para un intercambio de prisioneros, ratificado hoy por un dirigente de la agrupación musulmana, quien desestimó un intercambio de prisioneros a corto plazo.
Hasta hora no hay nada que sirva de marco para salir de la crisis, declaró a la prensa Musa Abu Marzuk, dirigente de Hamas, en alusión a los infructuosos esfuerzos mediadores de el gobierno egipcio, desoídos por Israel.
La reticencia de Tel Aviv a alcanzar un entendimiento, la magnitud de la reocupación de los territorios autonómicos y la inhumación del proceso de paz hace sospechar a medios enterados que la invasión tiene otros fines que el alegado rescate del prisionero de guerra.
Imponer el programa unilateral elaborado por el primer ministro Ehud Olmert y reconformar el paisaje político regional, serían los verdaderos propósitos de Tel Aviv, consideran esas fuentes, las cuales incluyen en el esquema la invasión contra el Líbano.
Ramalá, 5 agosto 2006
Prensa Latina , 0, 36, 2