El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) emitió una declaración este miércoles denunciando que de manera irrespetuosa y carente de un mínimo de ética, Arias comparó al lider de la Revolución cubana con el extinto dictador chileno Augusto Pinochet.
También opinó Arias que en América Latina «existe una manada de irresponsables, demagogos y charlatanes que juegan con las aspiraciones de la gente», en abierta referencia a los nuevos liderazgos progresistas en el continente.
La Cancillería cubana recordó que el gobierno de Estados Unidos siempre tuvo a mano algún que otro payaso oportunista presto a seguir sus planes agresivos contra Cuba, la mayoría de ellos políticos de baja catadura que terminaron en el basurero de la historia.
Con los nuevos vientos que soplan en la región, apuntó, parecía difícil encontrar quién se prestara a la deleznable tarea de actuar como testaferro de Washington.
Pero el ególatra de Arias se brinda con inusitado entusiasmo y sumisa lealtad al imperio (Estados Unidos), y en algún momento se sabrá a cambio de qué precio, comentó al respecto el MINREX.
El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores recordó que el 11 de marzo de 2006, el presidente estadounidense George W. Bush felicitó a Arias por su elección a la presidencia de Costa Rica.
En aquella ocasión Bush dijo a Arias: «Usted me puede ayudar mucho ante el nuevo panorama en América Latina», apuntó la nota.
El 28 de agosto de 2006, Arias publicó el artículo «La Hora de la Democracia en Cuba» que reprodujo casi exactamente lo dicho cinco días antes por el Subsecretario del Departamento de Estado norteamericano, Thomas Shannon, sobre la «Transición en Cuba».
El 23 de septiembre de 2006, el presidente costarricense se entrevistó con John Maisto, embajador norteamericano ante la OEA.
Allí anunció la agenda anticubana que llevaría a la Cumbre Iberoamericana de Montevideo, la cual finalmente no desplegó al comprobar que no tendría allí un auditorio propicio para ello.
El pasado 6 de diciembre, en ocasión de su entrevista con Bush, Arias discutió ampliamente «el caso cubano» y expresó a la prensa con la complacencia del amo: «Ustedes saben muy bien mis compromisos de devolver la democracia al pueblo cubano, después de 47 años de dictadura».
El señor Oscar Arias es un vulgar mercenario de Estados Unidos, acotó la declaración cubana.
Arias apoya descaradamente el plan de anexión de Estados Unidos contra Cuba y falta el respeto a la heroica y abnegada lucha del pueblo por su independencia y su soberanía, agregó el texto.
El Presidente Arias -sentenció- no tiene, además, moral para criticar a Cuba ni a nadie.
En el afán de llegar nuevamente a la Presidencia de Costa Rica, utilizó sus influencias para que se modificara la Constitución de ese país, sin que se propiciara una reclamada consulta popular.
No realizó elecciones en su Partido. Fue elegido Presidente con sólo el 25 por ciento de los votos en un proceso plagado de irregularidades no esclarecidas.
Más que preocuparse por Cuba, algo que sólo corresponde hacer a los cubanos, debiera ocuparse de la corrupción en su país, que compromete incluso a un vicepresidente y tres ex presidentes, indicó.
Debiera atender las dignas protestas del pueblo de Costa Rica contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que el Presidente Arias pretende imponer sin escuchar esos reclamos, abundó.
Debiera preocuparse por el 23 por ciento de pobreza que sufre su pueblo, los niveles de inseguridad ciudadana, la falta de empleo, el insuficiente acceso a la educación para niños y jóvenes, y las crecientes desigualdades sociales en su nación, señaló la nota.
La Habana, 27 de diciembre 2006
Prensa Latina , 0, 63, 7