En medios locales resurgió en estos días la frase «en la medida de los posible», que describe los pasos que -a pesar de la voluntad de sus protagonistas- realmente pueden avanzar las iniciativas políticas.
Por ello, la presidenta Michelle Bachelet, que prometió modificar el llamado sistema binominal, heredado de Pinochet, reconoció esta semana -al firmar el proyecto- que no se trata de la reforma idónea, sino de una «corrección importante».
Desde el punto de vista de los sectores presuntamenten beneficiados, también fue valorado como un paso positivo, pero que no impide seguir «luchando por la democratización plena del sistema político».
El presidente del Partido Comunista de Chile, Guillermo Teillier, enumeró varias condiciones para respaldar la reforma parcial del sistema, como -por ejemplo- la eliminación de impedimentos para que dirigentes sindicales y sociales, entre otros, sean candidatos a parlamentarios.
Demandó que los chilenos residentes en el exterior tengan derecho a voto, que se rebaje a 18 años la edad y la escolaridad para ser electo diputado, así como reformas al sistema de elección de Consejeros Regionales.
También llamó a estudiar la incorporación en la legislación chilena de plebiscitos y conceptos como consulta ciudadana, iniciativa popular de ley y revocación de leyes.
El nuevo ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, dijo que el proyecto -con apoyo unánime de la gobernante Concertación y sectores de la oposición conservadora- busca «poner fin a una dificultad, a una distorsión, a un problema».
Recordó que en las últimas elecciones parlamentarias hubo más de un 10 por ciento de personas que votaron por una lista de candidatos y que, después, no obtuvieron una presencia en el parlamento, lo cual calificó de una anomalía.
El proyecto establece que, si una fuerza política obtiene más del 5 por ciento de las preferencias, debe llegar a tener cinco diputados. Este esquema, según fuentes de Gobierno, existe en el sistema electoral alemán, así como en Nueva Zelanda y Polonia.
Trascendió que la principal medida a debatir es la ampliación de la Cámara de Diputados de 120 a 140 miembros, pero voceros, tanto de Gobierno como de oposición, plantearon la conveniencia de similar crecimiento en el Senado, algo no previsto en este proyecto.
Fuentes parlamentarias opinaron incluso que quizás no se logre ampliar en 20 los nuevos escaños y que, al final quede en 10 la ampliación, y que, aunque el Senado sólo tiene 38 integrantes, allí son más grandes las resistencias a abrirse para modificar el sistema.
El ministro vocero del Gobierno, Ricardo Lagos Weber, llamó a todas las fuerzas de Chile a mejorar y perfeccionar la democracia y, en alusión a los que no participen en el esfuerzo, dijo que «tendrán que explicar sus razones a los chilenos».
Por Jorge Luna. El autor es corresponsal de Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 8 de abril 2007
Prensa Latina , 0, 73, 3
