La investigación, publicada en la prensa local, también indica que laborar más de 24 horas semanales en situaciones de estrés aumenta la posibilidad de padecer preeclampsia, una complicación caracterizada por el aumento en la tensión arterial, edema en cara, manos, pies y presencia de proteínas en la orina.
El peligro es independiente de la edad de la madre y del número de gestaciones, indicaron los autores del trabajo, quienes además proponen reducir las horas laborales a todas las féminas que esperan un hijo y se desempeñan en oficios de gran estrés.
Otras investigaciones señalan que el exceso de trabajo en las embarazadas puede afectar a los hijos, aumenta el riesgo de que desarrollen síntomas de hiperactividad, problemas de comportamiento y ansiedad.
La presencia de factores angustiantes durante períodos importantes del desarrollo del feto, entre las semanas 12 y 22 de la gestación, podrían desarrollar sistemas biológicos en el niño aún no nacido, lo que lo predispone a sufrir enfermedades y trastornos emocionales.
Déficit de atención, temor a separarse de la madre, irritabilidad, dolor de cabeza, cólicos, trastornos del sueño e incluso anorexia y falta de crecimiento en el bebé pueden ser el resultado de la ansiedad de la madre durante el embarazo.
Amsterdam, 21 de abril 2006
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