Sorpresivamente, el miércoles el presidente Alvaro Uribe concedió a a Córdoba plena autoridad para mediar ante las FARC con vistas a lograr un canje de prisioneros e incluso buscar el respaldo del presidente venezolano Hugo Chávez y de otros gobiernos.
La senadora opositora confesó enfrentarse a una tarea difícil y de resultados imprevisibles, pero confió en poder avanzar en las gestiones que conduzca a la liberación de las personas retenidas por los grupos insurgentes.
De inmediato viajó a Caracas, donde el jueves se entrevistó con el presidente Chávez, quien le ratificó su interés por colaborar en todo lo que esté a su alcance para contribuir a la liberación de los rehenes y la pacificación de Colombia.
Las gestiones de la senadora Liberal dieron sus primeros frutos al anunciarse para la semana entrante un encuentro en Bogotá de los presidentes Alvaro Uribe y Hugo Chávez para precisar cómo podrá ayudar Venezuela como facilitador del acuerdo humanitario.
Analistas coinciden en que la mediación del país vecino abre nuevos escenarios para un encuentro entre el gobierno y la guerrilla que hasta hace unos días se veía en punto muerto por las posiciones diametralmente opuestas de ambos bandos, a pesar del creciente reclamo nacional por esa salida.
Un aspecto que lo frenaba era la discutida creación de una zona de despeje (área desmilitarizada), que la guerrilla pone como condición para cualquier contacto y que el gobierno ha rechazado de plano.
Ese escollo quedaría superado ante la posibilidad de que Venezuela se preste como sede de las negociaciones humanitarias, lo cual fue informado a la prensa por la senadora liberal tras su reunión del jueves con Chávez.
Bogotá, 18 de agosto 2007
Prensa Latina , 0, 28, 11