Patricia Pérez, presidente de la Asociación de Exportadores de Manufacturas y Servicios (Asexma Chile), dijo que la próxima administración debe ocuparse en forma urgente del tema, que afecta principalmente a las pequeñas y medianas empresas del rubro.
«El dólar es el actual talón de Aquiles que tenemos en la industria manufacturera», aseveró la dirigente empresarial, luego que el pasado viernes la divisa norteamericana cerrara en 517 pesos, su segundo valor más bajo en siete semanas.
La moneda estadounidense no mostraba una baja tan importante desde el pasado 4 de enero, fecha en que cayó a 514,8, por lo que los exportadores sostienen el imperativo de que el gobierno que asuma el 11 de marzo próximo se haga cargo del problema.
El jefe del equipo económico del presidente Ricardo Lagos, el ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre, se mostró siempre reacio a intervenir en el mercado cambiario, por considerar que la situación no había llegado a un extremo tal que lo requiriera.
Para Pérez, la situación del dólar frente al fuerte repunte del peso chileno -calzado por los altos precios del cobre- no parece reversible en corto plazo, lo que llevaría a la quiebra a un notable grupo de pequeñas y medianas empresas que exportan sus productos.
«Las pequeñas y medianas empresas siempre son las más afectadas, pues no tienen la espalda financiera suficiente como para hacer frente a este problema», agregó la titular de Asexma Chile.
La dirigente empresarial admite que la competitividad de sus exportaciones no se mide sólo por el comportamiento del dólar, pero resalta que si es el factor más relevante que incide en el desarrollo de la industria local.
Pérez recordó que el 2005 fue un período que evidenció una caída en la tasa de crecimiento de los envíos manufactureros, y dentro de esa realidad la baja del dólar jugó un rol clave, al registrar un descenso promedio del 10 por ciento.
«Este impacto produjo, entre otras cosas, que el 44,6 por ciento de los afiliados a nuestra organización señalaran en una encuesta que este 2006 postergará o cancelará su plan de inversiones y, podemos inferir de ello, que esto también afectará el nivel de empleo», advirtió.
Según la dirigenta gremial, la entidad que ella preside confía mucho que el próximo canciller, el economista Alejandro Foxley, juegue un rol influyente en la nueva administración para lograr un cambio de política en esta materia.
El ex ministro de Hacienda durante el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) se mostró partidario de la intervención del Banco Central en un reciente debate congresional donde se analizó el tema, sólo que entonces todavía no era el canciller designado.
«Tenemos la seria esperanza de que las cosas van a cambiar de rumbo. Con Foxley en gobierno creemos que el tipo de cambio va a tener otro rumbo, más flexible», subrayó.
Con un dólar disminuido, moneda en la que realizan sus transacciones en el exterior, y un peso fuerte -con el que tienen que asumir sus costos de producción-, los pequeños exportadores están virtualmente en las ruinas.
Santiago de Chile, 28 de febrero 2006
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