El proyecto, que contempla trabajos de remodelación para establecerlo como lugar simbólico de memoria, no interferirá con los procesos legales en torno a la identificación de cuerpos de detenidos desaparecidos durante la dictadura que fueron enterrados allí.
«Quisiéramos que este momento nunca hubiera existido», dijo Nivia Palma, directora de la entidad, al declarar el lugar como Monumento Nacional, en presencia de representantes de organizaciones de derechos humanos y familiares de víctimas de la dictadura.
Interpretando el sentir de los presentes, Palma recordó que el Patio 29 es un sitio «que ha dolido muchas veces», en referencia a la triste memoria que trae para muchos que durante la dictadura buscaron allí algún indicio para encontrar los restos de sus seres queridos.
Luego, en los primeros años de los 90, cuando comenzaron las exhumaciones y hubo que reconocer a más de 120 cuerpos de detenidos desaparecidos y enterrarlos y, de nuevo este año, cuando se confirmó que muchos de los restos exhumados estaban mal identificados.
La iniciativa de declarar el Patio 29 Monumento Nacional por su enorme contenido simbólico, fue presentada en mayo por los diputados Tucapel Jiménez y Sergio Aguiló, y demoró menos de dos meses en ser aprobada.
El decreto, firmado por el ministro de Educación, implica también un compromiso de iniciar un proceso de puesta en valor del lugar, que le otorgue dignidad y que permita consagrarlo como lugar de memoria.
El Patio 29 correspondía a una parcela del Cementerio General ubicado entre la Avenida México por el norte, O Higgins por el este, la calle Los Copihues por el sur y, Los Maitenes, por el oeste, en esta capital.
En 1979, la Vicaría de la Solidaridad recibió antecedentes sobre tumbas irregulares donde se realizaron exhumaciones ilegales y la existencia, en el lugar de al menos seis cuerpos de personas asesinadas en la localidad de Paine.
Este era uno de los pocos casos que para la fecha contaba con un proceso formal y un juez de dedicación exclusiva que investigaba la detención y desaparición de 24 campesinos.
En 1981, y según consta en los archivos del Cementerio General, la Fiscalía Militar de Santiago emitió el primer oficio prohibiendo la incineración, exhumación o traslado de personas enterradas como N.N. (no identificadas) en el Patio 29.
El año 1991 se ordenó la exhumación de los cuerpos sepultados sin nombres para iniciar las investigaciones referidas a su identificación. El total de sepulturas exhumadas fueron 107, encontrándose en ellas 124 restos óseos.
Hasta la fecha, el Patio 29 no fue reutilizado con nuevas sepulturas y se mantienen la mayoría de las cruces de las décadas del 70 y 80 que demarcaron las mil 421 tumbas del lugar, hoy individualizado con el número 162.
Algunas de las sepulturas del Patio 29 señaladas como NN fueron el único rastro que permitió a los familiares y a las autoridades el hallazgo de los cuerpos de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos y el inicio de las investigaciones para a su identificación.
Santiago de Chile, 13 de julio 2006
Crónica Digital/PL
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