Describió como «una disposición al diálogo» el acuerdo logrado por los vice cancilleres Alberto Van Klaveren (Chile) y Mauricio Dorfler (Bolivia) de agregar el tema del mar a las negociaciones al termino del primer encuentro celebrado la víspera en La Paz.
«Nosotros queremos tener las mejores relaciones con todos los vecinos, ratificamos con Bolivia y suscribimos lo que fue un acuerdo planteado desde el gobierno del ex presidente (Eduardo) Frei, primero, y por la administración de (Ricardo) Lagos después», puntualizó.
Dijo que la idea es «tener un diálogo con una agenda de futuro sin exclusiones y con respeto estricto a los tratados internacionales», incluyendo el suscrito con Bolivia en 1904 donde se consagró la ocupación chilena del litoral boliviano en la Guerra del Pacífico (1879-1884).
«He sido muy clara en lo que he dicho, estamos disponibles para hablar de todos los temas pero para nosotros los tratados vigentes son tratados vigentes», insistió la mandataria al salir al paso a fuertes críticas de la oposición de la extrema derecha.
Bachelet, quien abordó el tema durante una visita a la población de Calera de Tango, enfatizó que «vamos a trabajar para construir los lazos más cercanos posibles con todos los países limítrofes, pero sin ceder territorio, sin revisar tratados».
En igual tono se había pronunciado poco antes el canciller Alejandro Foxley al señalar que en la reunión sostenida en La Paz no se dijo que Chile va a negociar territorio con Bolivia u otro país de la región.
«Ahí no se está diciendo que nosotros vamos a negociar territorio de ningún tipo chileno, nosotros no nos vamos a mover ni un milímetro de la tesis de que el tratado de 1904 que establece los limites es intangible e inmodificable», subrayó.
Agregó que en este caso «estamos hablando que, obviamente, si queremos tener una integración lo más plena posible con los países vecinos tenemos que considerar entre muchos otros temas el facilitar el acceso al mar a Bolivia».
Sin embargo, reconoció que esto no sería en los términos a que aspiran los bolivianos, que reclaman una salida al Pacífico con plena soberanía.
«Lo único que hemos dicho es que estamos dispuestos a conversar con ellos de esto, como vamos a hablar del tráfico de droga, como vamos a hablar de la integración fronteriza», sostuvo el canciller en declaraciones a Radio Cooperativa.
Tanto Bachelet como Foxley, muy sensibles siempre a las críticas de la derecha, respondieron a los cuestionamientos del senador de la ultraconservadora Alianza Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma, quien acusó al gobierno de ceder ante las demandas bolivianas.
Coloma describió la inclusión del tema marítimo en la agenda bilateral como «una trasgresión brutal de lo que ha sido la política exterior chilena de toda la vida».
También el senador Sergio Romero, de la derechista Renovación Nacional (RN), criticó el acuerdo al señalar que resulta «difícil de entender que creemos una agenda en que Bolivia ha sido enfática en decir gas por mar».
Chile y Bolivia no tienen relaciones diplomáticas plenas desde que fracasaron las negociaciones efectuadas por los ex dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet a finales de la década del 70.
Santiago de Chile, 19 de julio 2006
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