La obra, que había sido aprobada desde 1998, fue cancelada esta semana por el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet que alega una elevación de casi un tercio en los costos de construcción por parte de la empresa concesionaria, lo que hace inviable el viaducto.
Movilizados por las principales autoridades y gremios del territorio, los chiloenses reclaman un diálogo con la mandataria chilena en un esfuerzo por obtener el compromiso de retomar el proyecto, impulsado fuertemente por el ex presidente Ricardo Lagos.
Varias decenas de vecinos mantienen bloqueada la Ruta 5 Sur, al norte de Ancud, que impiden el tránsito de vehículos desde y hacia el embarcadero que permite abordar las barcazas que conectan a la isla con Pargua, en el territorio continental del país.
«Tenemos tomada la principal vía de acceso a la isla y no se puede entrar y salir. En este momento hay más de 60 vehículos y estamos esperando una gran caravana que vienen desde otros lugares de la isla», declaró el alcalde de Ancud, Pablo Ossio, a una radioemisora local.
Señaló que el bloqueo tiene un carácter simbólico «donde estamos haciendo notar con fuerza nuestra molestia» con el ministro de Obras Públicas Eduardo Bitran, a quien le atribuyen la mayor responsabilidad en la decisión.
Aún en medio de la movilización, el titular del ramo insistió en que el proyecto Puente Chacao supera los montos presupuestados para su construcción, y mantuvo que, al menos hasta la próxima semana, él estará a cargo del conflicto.
«¿Es políticamente correcto concentrar mil millones de dólares de inversión para resolver una parte del problema y dejar al resto de las regiones del país sin inversiones en caminos por muchos años?», se preguntó el ministro.
Insistiendo en la misma lógica, resaltó que sería más apropiado resolver otros problemas más apremiantes para la población de ese lugar, como agua potable rural, hospitales y electricidad, entre otras necesidades.
Reiteró que «la decisión que había era que si el proyecto salía hasta 500 millones de dólares era ir adelante con el proyecto, pero si superaba esos 500 el que tenía que poner la diferencia era la empresa concesionaria».
Bitrán criticó el desempeño del sector privado en la materia al comentar que resultaba «difícil pensar que la concesionaria no supiera que el costo iba a ser más alto de lo originalmente planeado». Aumentó de 410 a 700 millones de dólares.
Dijo sospechar de que se trató de una «operación comunicacional» de la empresa constructora «para sorprendernos a todos y crear un hecho político consumado, obligando al Estado a poner 300 millones de dólares adicionales fuera del contrato.
Por su parte, el ministro portavoz del gobierno, Ricardo Lagos Weber, señaló que además de las razones técnicas, la decisión de cancelar la construcción del viaducto pasa por cómo el Fisco da «buen uso de los recursos de todos los chilenos».
Presionada por las protestas y preocupadas por las divisiones que se están dando al interior de la coalición gobernante, Bachelet pidió al titular de Obras Públicas que en una semana presenta un proyecto alternativo a la gigantesca obra.
«Acá se trata de ver cómo al mismo tiempo que se mejora la conectividad de Chiloé, se da un buen uso a los recursos de todos los chilenos», explico Lagos Weber
El ministro señaló que la comunidad de Chiloé debe esperar con calma el informe que el lunes o martes de la próxima semana entregará a la Presidenta el titular de Obras Públicas, para estudiar alternativas al puente.
Santiago de Chile, 4 de agosto 2006
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