El objetivo de la propuesta del PS según el documento es sustentable e inclusivo, basado en el ejercicio de la democracia con plenos derechos, en igualdad y participación.
En un documento de 18 páginas, se planteó que construir un sistema de protección social, como derecho fundamental de las personas, es una pretensión de la más alta envergadura, ya que este es un sistema que sólo puede concebirse como el instrumento más importante, eficaz y eficiente para combatir la desigualdad, y para constituirse en un indicador capaz de medir el grado de equidad y de democratización social.
Su eje articulador es un sistema de seguridad social, sustentable financieramente, basado principalmente en la consecución del principio de la universalidad y cohesión de la solidaridad social, que de cuenta y corrija las inequidades sociales y económicas que arroja la realidad, cuyo objetivo final es la igualdad, debiendo tener necesariamente un enfoque de género y de trato diferenciado de situaciones desiguales, y de suficiencia de acuerdo a los estándares mínimos para una calidad de vida digna, agregó.
Lo fundamental de un sistema de seguridad social es garantizar las prestaciones y beneficios por el reconocimiento de los derechos subjetivos al sujeto protegido y que sólo están condicionados al cumplimiento de los requisitos establecidos en las normas, siendo indiferente las circunstancias personales, tales como la pobreza, el género, la raza, apuntó un comunicado oficial del partido gobernante.
Según el documento, a nadie debe extrañar que el sistema de AFP, por los resultados que arroja hoy, y las proyecciones que se hacen del mismo para los próximos veinte años, no resulte para nada halagüeño. Muy por el contrario, los diversos estudios sobre el comportamiento y proyección del sistema de seguridad social, particularmente en el ámbito de las pensiones nos indican que estamos lejos de cumplir con los objetivos de la seguridad social como derecho fundamental. El análisis crítico sobre baja cobertura y densidad (hoy, sólo un 56% de la fuerza laboral cotiza en AFP, con un 52,4% de densidad de imposiciones), insuficiencia, discriminación, exclusión y altos costos tanto para el afiliado como para el Estado, nos indican que no sólo se trata de un sistema que reproduce y profundiza las inequidades, sino que también es muy caro y excluyente.
Por diferentes vías, que demandan enormes gastos anuales del Estado, se está subsidiando la ineficiencia e ineficacia del sistema de administración privada de pensiones, greaficó.
Para los socialistas, especial atención requiere la situación de la mujer en relación a la equidad previsional. Este es un sistema que discrimina fuertemente a las mujeres.
Entre las razones para fundamentar la necesidad de la reforma provisional, el PS señaló que este sistema contribuye a la feminización de la pobreza y a la desprotección social principalmente de los sectores más empobrecidos y de la mujer. Por ello, es excluyente y doblemente discriminatorio, reproduce y profundiza las inequidades sociales. Es muy caro y el estado carece e la institucionalidad necesaria para soportar el costo social y económico.
La respuesta es clara. Es ineludible la necesidad de reformas al sistema de seguridad social, pero no maquillaje. Hoy constituye un imperativo ético urgente, que la reforma sea Integral del Sistema de Seguridad Social, en el ámbito de las pensiones, como un sistema redistributivo con componentes contributivos y no contributivos, con ejercicio de mecanismos de solidaridad y cuyo destino final sea la consecución de un Sistema de Protección Social.
PROPUESTA MIXTA
La propuesta central a fin de recuperar el sentido ético de la seguridad social, mirada en un enfoque de derechos y no de posibilitar nichos de negocios privados de dudosa eficacia para sus beneficiarios, es la participación activa de la sociedad en la generación de los recursos para el financiamiento de la seguridad social, la gestión del sistema, la recaudación y la administración de dichos fondos.
El sistema de seguridad social deberá estar integrado en forma mixta, vale decir, integrado por prestaciones contributivas y no contributivas. El financiamiento de las prestaciones provendrá tanto de las cotizaciones como de los tributos, dependiendo de la naturaleza de las mismas. De tal forma, se advierte la imperiosa necesidad de establecer un pilar público solidario , de primer piso, un conjunto de prestaciones directas, no subsidiarias, administrado por el Estado y con participación tripartita. Este sistema mixto debe tender al establecimiento, como derecho subjetivo, de una pensión básica de alcance universal. Que permita un proceso de expansión progresiva en la cobertura subjetiva que vaya desde la actual referencia limitada a los indigentes a un alcance universal, así como a un proceso de intensificación de la protección en cuanto a la suficiencia de la prestación. Con la concurrencia de un sub régimen contributivo, que es parte del pilar solidario y con el pilar contributivo complementario de ahorro individua obligatorio, continuó el comunicado.
Por último, la solidaridad debe actuar en defecto del ahorro individual y sea, a la vez, un estímulo al ahorro para superar la pensión básica no contributiva, que permita representar el esfuerzo de ahorro en mejorar el monto de la prestación con mecanismos de solidaridad. Pero como principio, debe establecerse la garantía de una prestación básica para todos, de carácter universal. De esta manera, es la sociedad la que se hace cargo de cubrir las contingencias de la vejez e invalidez, financiándolas por la vía tributaria, y estableciendo un sistema complementario de ahorro individual que pueda incrementar dicha prestación universal básica.
Santiago de chile, 19 de junio 2006
Crónica Digital
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