Los trabajadores de la salud, en huelga desde hace más de dos semanas, amenazaron hoy con abandonar los turnos éticos (de urgencias) ante la negativa del gobierno a negociar sus demandas y pidieron la mediación de la iglesia en el conflicto.
Roberto Alarcón, presidente de la Confederación de Trabajadores del sector (Confenats), invitó a las autoridades eclesiásticas a un encuentro para buscar una salida al conflicto que mantiene virtualmente paralizados los hospitales del país.
Alarcón insistió que los 30 mil afiliados a ese gremio «no bajarán los brazos» e intensificarán las ocupaciones de establecimientos hospitalarios y las salidas de los trabajadores a las calles esta semana.
Un escenario que podría extremarse, si los anuncios de despidos que hizo el Ministerio de Salud se hacen efectivos desde hoy, día en que el Gobierno, además, envía al Parlamento el proyecto de ley con la última propuesta del Ejecutivo sobre la materia, advirtió.
Mientras tanto, el Colegio de Profesores reafirmó su llamado a un paro social mañana, de carácter nacional, donde se espera que cien mil educadores paralicen sus funciones y unas ocho mil personas marchen por las calles de Santiago en protesta contra el gobierno.
Los docentes han invitado a otros sectores sociales a la movilización. Dirigentes de los estudiantes secundarios y universitarios, así como los trabajadores de la salud ya confirmaron que se sumarán a una marcha que promete ser multitudinaria.
El presidente del Consejo Metropolitano de Profesores, Jorge Abedrapo, advirtió que, de no ser atendidas sus peticiones, «podrían estudiar acciones de mayor envergadura, que le otorguen continuidad al movimiento».
«Este paro es un proceso de acumulaciones de fuerza que nos llevará a acciones mayores, ya que luego de tres meses de entregar un petitorio no hay respuesta alguna», dijo Abedrapo, quien anunció también el apoyo de los empleados fiscales.
Indicó que los profesores se reunirán, a las diez de la mañana del martes, frente a la Universidad de Chile y desde allí intentarán entregar una carta a la Presidenta, Michelle Bachelet, en el Palacio de Gobierno.
Los puntos centrales que estamos planteando son la desmunicipalización de la educación, la revisión de la Jornada Escolar Completa y derogar la Ley Orgánica Constitucional de Educación (LOCE) y un reajuste salarial del cinco por ciento, apuntó el dirigente.
Por su parte, los trabajadores de la minera Spence, propiedad de la transnacional BHP Billiton, anunciarán hoy si aceptan la última oferta de la empresa para la firma de contratos colectivos o inician mañana un paro indefinido.
La Spence, en la cual la anglo-australiana ha invertido casi mil millones de dólares, está aún en fase en montaje, y debiera producir su primer cátodo de cobre a fines de este año, lo que haría de este paro un hecho inédito en la historia laboral del país.
Mientras, La Moneda espera una respuesta del gobierno de Venezuela ante un sorpresivo pedido de la cancillería de que retire al embajador de ese país en Santiago, Víctor Delgado, por presunta intromisión en los asuntos internos de Chile.
El tema de las relaciones con el vecino país ha derivado en un debate nacional donde sectores políticos pro-norteamericanos han amenazado a la presidenta Michelle Bachelet con una crisis gubernamental si vota por Caracas en el Consejo de Seguridad.
Santiago de Chile, 25 de septiembre 2006
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