La medida, decretada ayer en cumplimiento de la nacionalización de los hidrocarburos, parece haber anonadado a los ejecutivos de las dos AFPs favorecidas con la entrega de las acciones colectivas nacionales de tres petroleras privatizadas hace una década.
Esos títulos deberán ser entregados hasta el viernes próximo a la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y, de lo contrario, las depositarias, Futuro y Previsión, serán intervenidas por la Superintendencia de Pensiones.
Futuro pertenece al grupo financiero suizo Zurich y Previsión, al Banco Bilbao Viscaya Argentaria de España, cuyo gobierno demandó un pago compensatorio que el gobierno boliviano ha descartado.
El presidente de Previsión, Ildefonso Núñez, dijo que no hay inconveniente para la transferencia y solamente hay diferencias legales, que se buscará superar dentro del plazo fijado, sobre la modalidad de la entrega.
El titular de la AFP Futuro, Gonzalo Bedoya, declinó comentarios, a diferencia de su reacción de terminante rechazo a la entrega, tras anunciar el decreto nacionalizador de los hidrocarburos el primero de mayo.
Al anunciar ayer el nuevo decreto, el vicepresidente boliviano, Alvaro García, aludió a esa reacción de Bedoya al señalar que «este gobierno dialoga, recoge sugerencias, pero también se cansa del diálogo insulso y de las bravuconadas discursivas».
Las acciones estatizadas constituyen cerca de la mitad de las empresas productoras de gas y petróleo Andina, ahora controlada por la española Repsol, y Chaco, de un consorcio extranjero; así como la tranportadora Transredes, del consorcio Enron-Shell.
Las tres fueron formadas por el patrimonio de YPFB, al privatizarse este en el primer gobierno del Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-97), quien fue obligado a renunciar en su segundo mandato, en 2003, por una rebelión social anti-neoliberal.
La nacionalización establece la transferencia a YPFB de las acciones colectivas y las acciones en manos de las transnacionales que fueran necesarias para que la empresa estatal tenga la mitad más uno y por tanto recupere el control de las tres privatizadas.
Tras la nueva medida y la firme defensa de la nacionalización hecha por el presidente Evo Morales en una gira europea, el gobierno espera obtener los títulos de las empresas extranjeras por la vía de la negociación, previas auditorías minuciosas para fijar su valor.
De no haber acuerdo, la transferencia de acciones será ordenada por decreto, advirtió el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, considerado artífice de la nacionalización y poco apreciado por las petroleras foráneas.
Agregó que la misma decisión se aplica a una empresa de refinería en manos de la brasileña Petrobras y a otra de logística a cargo de un consorcio extranjero y formadas con posteriores privatizaciones.
Las dos compañías fueron totalmente privatizadas, es decir que tendrán que transferir la mitad más uno de sus acciones, mediante negociaciones y auditorías, pero en caso de negarse la entrega será ordenada por decreto.
Santiago de Chile, 17 de mayo 2006
Prensa Latina , 0, 34, 3