El nuevo texto estaría redactado a partir de las experiencias de sucesivos fracasos para lograr puntos de convergencia entre países en desarrollo y potencias ricas sobre lo que debe ser este nuevo mecanismo de la ONU.
El Consejo de Derechos Humanos, ubicado en sitio prominente por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) entre las propuestas de reformas de la ONU, deberá sustituir a la Comisión encargada de estos asuntos y cuya sesión anual comenzará el mes próximo en Ginebra.
Desde comienzos de este año, las negociaciones para llegar a un acuerdo han permanecido sin progreso alguno por la insistencia de Washington y algunos de sus aliados en introducir criterios selectivos para el ingreso en ese Consejo.
En particular, la misión estadounidense a cargo del embajador John Bolton ha presionado para la aprobación de fórmulas excluyentes contrarias a las normas de procedimiento vigentes para admitir a un Estado miembro en los organismo del sistema de Naciones Unidas.
Para Lawrence C. Moss, un especialista de la Human Rights Watch, esas presiones de Bolton han demostrado ser «altamente impopulares».
Lo mismo ha ocurrido con la insistencia de Washington y sus aliados de que los países nominados por sus respectivas áreas geográficas para ingresar en el Consejo deben ser aprobados por una mayoría de dos tercios de los 191 Estados miembros de la ONU.
A juicio de diplomáticos consultados en esta sede, no se descarta que el nuevo proyecto que el embajador Eliasson presentará hoy conserve en alguna medida los criterios exigidos por Washington pero con un lenguaje menos irritante para las naciones en desarrollo.
Hasta el momento, Cuba ha roto el silencio de las negociaciones en torno a la creación del Consejo de Derechos Humanos al acusar a Estados Unidos y a potencias europeas de presionar para que ese nuevo mecanismo de la ONU responda a sus intereses.
«Vamos a luchar hasta las últimas consecuencias para evitar que se imponga la creación de un Consejo de Derechos Humanos a la medida de los intereses de Estados Unidos y sus aliados», advirtió el embajador cubano ante la ONU, Rodrigo Malmierca.
El diplomático cubano dijo a la prensa en esta sede que Estados Unidos mantiene una actitud hipócrita al intentar introducir criterios excluyentes para el ingreso a ese Consejo con el propósito de convertirlo en tribunal para juzgar a las naciones del Tercer Mundo.
«Si algún gobierno no merece ser miembro del Consejo es el de Estados Unidos, en cuyo récord figura su llamado compromiso constructivo con el régimen del Apartheid (en Sudáfrica), el apoyo a sangrientas dictaduras en América Latina y por sus inhumanas prácticas de torturas a prisioneros», declaró Malmierca.
Por: Tomás A. Granados
Naciones Unidas, 23 febrero 2006
Prensa Latina , 0, 81, 2