Las disminuciones, que igualan las ocurridas en el peor momento del pasado año (mayo), obligaron a la casi totalidad de las industrias de la Región Metropolitana a detener su flujo productivo y provocó un fuerte enfrentamiento entre el gobierno y los empresarios privados.
Las cifras de la Comisión Nacional de Energía (CNE) señalan que el 18 de marzo se inició una nueva ola restrictiva. Ese día la baja del hidrocarburo fue de 8,26 millones de metros cúbicos, el 36 por ciento del suministro.
Las previsiones de las firmas privadas es que este nivel de limitaciones se mantendrá, lo que pone en duda lo anunciado por el presidente argentino, Néstor Kirchner, en su visita a Chile el 14 de marzo pasado de que en abril habría más gas, según fuentes del sector.
Las fuentes estiman que los cortes se agudizarán hacia mayo y junio cuando arrecie el invierno. «En abril debiera darse un escenario de restricciones similar al experimentado en marzo, debido al mayor consumo de gas en Argentina para generación», dijo Carlos Cortes.
El secretario ejecutivo de la Asociación chilena de Distribuidores de Gas señaló que las disminuciones se registrarán por una mayor demanda eléctrica y al alto nivel de redireccionamiento que imponen las autoridades argentinas.
Los cortes afectan hoy al 85 por ciento de las industrias de la Región Metropolitana y V Región y desde el 18 de febrero al 100 por ciento de los centros fabriles de la VIII Región.
Respecto de las salidas a la crisis, Juan Claro, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), destacó que «el gobierno continúe por el camino de las negociaciones para poder articular un programa más coordinado en el tema del gas y así mitigar algunos de los impactos».
Pero a mediano plazo -señaló- las soluciones son reformar la ley eléctrica y respaldar con combustibles alternativos los procesos productivos que usan gas natural.
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