me comentó que estaba a cargo del Centro Cultural y me pidió los datos para ubicarme para futuras tocatas…pasaron algunos meses y lo vuelvo a encontrar en los estudios de la naciente Radio Umbral.
Me llamó mucho la atención su estilo desenvuelto, pues hasta ese entonces en FM la onda era hablar con voz cavernosa y en un tono más que solemne… pasamos al locutorio y el Pedro empezó a leer el diario y a comentar una noticia …me pidió la opinión respecto a la noticia y se armó una interesante conversación relativa al tema …cuando llevábamos bastante rato, el Pedro cae en cuenta que no me había presentado…y así entre risotadas y tallas empezó nuestra primera conversa en la Umbral…Esa sería la tónica de nuestras futuras conversaciones al aire…
El buen humor de Pedro y su espontaneidad calaron rápidamente en la audiencia y es así como se convirtió a poco andar en «la voz de la Umbral».
Algún tiempo pasó… y ya con una tremenda popularidad Pedro se integra al elenco de la Gira Poblacional Arriba los Marginales junto con los Transporte Urbano, Jorge Venegas y el suscrito. En cada función de la Gira, la gente pudo conversar con Pedro en un plano de amigo, le contaban sus problemas, sus sueños, sus alegrías…se sacaban fotos con él…nunca posó de estrella…puso a disposición de los mas humildes los micrófonos de la Umbral…
El Pedro era el campeón para desacartonar a sus entrevistados … Se las arreglaba para romperte cualquier formato que pudieras traer preparado y no te quedaba otra que ser tu mismo…ahora lo valoro, porque me doy cuenta que Pedro Henríquez fue uno de los precursores que rompió con el clásico cartuchismo de la radiotelefonía de los locutores con voz de ultratumba.
Al entrar en esto que llaman democracia, el Pedro ya no tiene el protagonismo que llegó a tener con la Umbral, pero supo mantenerse firme ante los golpes del neoliberalismo que gasta recursos en aniquilar el concepto de canción comprometida, género con el cual Pedro se identifica y por el cual se jugó hasta el final.
Tengo un sentimiento encontrado ante la muerte de mi amigo Pedro es decir, ante la muerte todos somos pequeños pero mas aún lo somos si no logramos establecer con certeza que razón o sinrazón nos arrebató a nuestro compañero Quisiera que se corra este manto de incertidumbre que envuelve los verdaderos acontecimientos aquel día el el restaurant IL SUCESSO. No quisiera que los familiares, amigos y público en general nos quedáramos con la sensación que Pedro ha sido víctima de esa garra oscura que nos ha arrebatado a tantos compañeros
Pedro gracias por haber compartido con nosotros tus mejores años hasta siempre te recordaremos con cariño como un gran militante por la vida.
Por Raúl Acevedo
Artículo tamado de www.nuestrocanto.cl
Santiago de Chile, 21 de diciembre 2006
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