. Es independiente de todo gobierno, ideología y credo. No apoya ni se opone a ningún gobierno o sistema político, ni tampoco a las opiniones de las víctimas cuyos derechos trata de proteger. Lucha por abolir absolutamente la pena de muerte.
Cuando finalizaba 1999, el Papa Juan Pablo II reiteró su oposición a tal pena. El Gran Jubileo, dijo, es una ocasión privilegiada para promover en el mundo formas de respeto a la vida y a la dignidad de las personas… Renuevo mi llamamiento a todos los responsables para que se alcance un consenso internacional para la abolición de la pena de muerte .
Más de la mitad de los países la han abolido en su legislación o en la práctica: 88 países y territorios la han abolido absolutamente; 11 para todos los delitos, excepto los cometidos en tiempo de guerra; 30 países pueden considerarse como abolicionistas de hecho pues la mantienen, pero sin llevar a cabo ninguna ejecución en los últimos 10 años o más, completando 129 países que han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica, manteniéndose 68 que la aplican».
AI deplora la decisión de Alto Tribunal Penal Iraquí de imponer la pena de muerte a Husein, tras un juicio que ha adolecido de defectos y en el que no se han respetado las debidas garantías. En la práctica, ha sido un asunto irregular, que pone en duda la capacidad del tribunal para administrar justicia con las debidas garantías, en el que la independencia e imparcialidad se han visto minadas por las injerencias políticas, que provocaron la dimisión del primer presidente del tribunal. No se tomaron medidas para garantizar la protección de testigos y de abogados de la defensa, tres de los cuales fueron asesinados. A Sadam Husein se le negó la asistencia letrada durante su primer año de detención y el tribunal no ha respondido adecuadamente a las quejas formuladas por sus abogados en relación con los procedimientos.
AI observará de cerca la apelación, que brinda al Alto Tribunal la oportunidad de reparar los defectos de los procedimientos. Sin embargo, dada su naturaleza y el hecho de que muchos siguen afectando al juicio, ha instado al gobierno de Irak a considerar seriamente otras opciones, como incluir a jueces internacionales en el tribunal o remitir el caso a un tribunal internacional.
Por Leonardo Aravena Arredondo. El autor es Profesor de Derecho de la Universidad Central y coordinador Justicia Internacional y CPI, Amnistía Internacional-Chile. Colaborador permanente de Crónica Digital
Santiago de Chile, 15 de diciembre 2006
Crónica Digital
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