El estudio del «tanque pensante» de la derecha opositora muestra además que un 59 por ciento de los consultados reconoció haberse endeudado. Las alzas en estos indicadores son las mayores desde marzo de 2004, según la entidad.
De acuerdo con el informe, esta sensación de temor se divide en un 36 por ciento que sostienen que la preocupación de perder el empleo es muy alta y un 20 que la califica como alta.
Aún así la muestra devela que en la práctica el porcentaje de familias que tiene algún integrante que perdió su fuente laboral se redujo en un uno por ciento, cifra que contrasta con el 48 que dice ser el jefe de hogar y que se encuentra desempleado.
La encuesta plantea que en comparación con años anteriores se redujo la cifra de desocupados que llevan entre dos y tres años sin un empleo, porcentaje que desciende de un 27 a un 20 actual.
Por el contrario, sube el caso de quienes carecen de trabajo por uno o dos años (de 18 a 23 por ciento) en comparación con el informe de marzo pasado.
En momentos de apuro, la encuesta consulta de dónde reciben respaldo las personas desocupadas, y aquí la cifras se inclinan mayoritariamente (70) por la familia, un nueve a los amigos, dos menciona la municipalidad e igual cifra al gobierno.
Más complejo es aún el cuadro cuando se revisa las consecuencias de perder el empleo, ya que un 59 confiesa que tuvo que endeudarse para mantener a su familia, lo que constituye un 10 por ciento más que en el estudio de marzo pasado.
En todo caso, el estudio muestra optimismo de parte de los entrevistados, pues un 50 por ciento cree que encontrará una fuente de ocupación durante este año, porcentaje que es algo más bajo que el 56 que se registraba en marzo.
A la luz de estos informes, y en virtud de otros documentos adicionales, para Libertad y Desarrollo la cifra de desempleo corregida del primer trimestre de este año es de 9,1 por ciento, esto es un 1,2 más que la oficial.
Santiago de Chile, 28 de junio 2006
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