Los fabricantes del fármaco llamado Prialt o ziconotida utilizaron un principio activo presente en la toxina que expele el caracol de aguas tropicales conos magus o cono de mago para neutralizar a sus víctimas.
El producto es más eficaz que la morfina y no causa adicción, según científicos de la Universidad de Utah que lograron aislar la molécula de la toxina, tras 25 años de investigación.
«Descubrimos que cada veneno es muy complejo, con entre 50 y 100 componentes biológicamente activos y uno de los primeros que aislamos resultó ser el de Prialt», declaró a la prensa británica Baldomero Olivera, director del estudio.
El fármaco es la primera sustancia inyectable no opioide que se aprueba en Europa.
El conus magus, una de las 500 especies de conus existentes, captura a su presa con una especie de arpón que las inmoviliza, y las traga de un bocado.
Pese a su toxicidad, ese veneno en los humanos constituye un analgésico para personas con dolor crónico extremo como enfermos de cáncer o con daños en la columna vertebral.
Su administración no es sencilla, pues debe inyectarse en el fluido cercano a la columna vertebral a través de una pequeña bomba que se implanta en el paciente.
Los caracoles conus podrían también tener hasta 75 mil sustancias activas útiles contra enfermedades graves como el Parkinson, el Mal de Alzheimer o la epilepsia, según los creadores del producto.
Sin embargo, el principal inconveniente es que sus vistosas conchas lo convierten en objeto de captura descontrolada y se encuentran en peligro de extinción.
La explotación con fines terapéuticos de esa especie de molusco debe realizarse de manera sostenible, indicaron los científicos.
Londres, 15 de julio 2006
Crónica Digital , 0, 50, 10