Nosotros creemos que, después de los grandes avances (que ha tenido el país en los últimos años), hay una herida en el alma de Chile que todavía persiste, que es la injusta desigualdad en la redistribución de los ingresos. Por eso, nosotros hemos hablado de desigualdades escandalosas. Hay tres millones de pobres en Chile y de gente que la pasa mal, admitió Goic.
Es por eso que planteó en Punta Arenas, en declaraciones a La Prensa Austral, que «llegó la hora de generar acciones concretas para superar esa brecha».
El prelado recordó que durante las elecciones presidenciales, durante la primera vuelta y el balotaje, se reunió con todos los candidatos, los cuales le expresaron que es necesario erradicar la pobreza, por lo cual se mostró esperanzado en que durante la gestión de la Mandataria Bachelet «este drama se va a superar».
«Nosotros confiamos en que las autoridades nuevas y todas las personas, también la oposición, colaboren porque los bienes de este mundo, en clave cristiana, Dios los dio para todos y todos tenemos que poder participar del desarrollo del país. Tengo la esperanza que parte de este drama se va a superar en los próximos años», señaló Goic.
Derechos Humanos y el perdón
En materia de derechos humanos, el religioso afirmó que «Chile ha dado un ejemplo al mundo de cómo ha ido resolviendo los temas de la transición política», por lo cual destacó que siendo un tema complejo el camino adoptado por los gobiernos de la Concertación ha sido el correcto, al dejar los casos en los tribunales de justicia.
Por lo mismo destacó la actitud del ex Presidente de la República, Patricio Aylwin, quien instauró al principio de la década pasada el buscar la verdad y la justicia «en medida de los posible».
No obstante, Goic añadió que «junto con ese camino, que es el único razonable -los que tenemos el don de la fe y también mucha gente que no lo tiene, pero que tiene un sentido humanista de la vida-, es necesario también la capacidad del perdón, porque la pura verdad, conocer los hechos y la realización o ejecución de la justicia por sí misma no basta».
«Se requiere una actitud de corazón y yo la he visto y viví, especialmente, en Concepción donde viví los momentos más difíciles en este tema, una gran capacidad de perdón de mucha gente que ha sufrido, que ha querido que se establezca la verdad y la justicia, pero que también ha tenido una actitud del corazón de perdón y eso es fundamental», advirtió.
Santiago de Chile, 12 de febrero 2006
Crónica Digital/UPI
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