Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, señaló que hay que terminar definitivamente con este sistema e instalar en Chile uno que dé respuesta a la nueva realidad del mundo laboral», porque la fuerza de trabajo está compuesta por gente que trabaja a plazo fijo, temporal, eventual, transitorio, partime o por hora y que nunca va a juntar plata (por su cuenta) para jubilar».
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales, Raúl de la Puente, sostuvo que el sistema provisional debiera contemplar un fondo tripartito y solidario en el que aporten el Estado, el empleador, y el propio trabajador, aunque sostuvo que con el actual poder que tienen las administradoras de prensiones (empresas privadas), no será fácil llevarlo a efecto.
REUNIÓN CON BACHELET Y VOLUNTAD PARLAMENTARIA
Los dirigentes sindicales indicaron que para iniciar la discusión sobre la transformación a las AFP tienen contemplado realizar una reunión con Michelle Bachelet, apenas ella asuma la presidencia de la República.
En tanto, el presidente del Colegio de Profesores de Chile, Jorge Pavez, dijo que es importante que los parlamentarios de la Concertación modifiquen el sistema de pensiones.
Tenemos la oportunidad de cambiar un sistema injusto con todos los trabajadores de este país, que no ha dado los resultados que se esperaban y que lo único que ha hecho es enriquecer a un pequeño sector, en desmedro de todos quienes confían sus ahorros previsionales a estas empresas, afirmó Pávez
Fuentes oficiales, han señalado que la deuda del sector privado y el Estado chileno con el sistema nacional de pensiones es de más de mil millones de dólares.
De la deuda de los privados y el Estado corresponden a las AFP unos 400 millones de dólares y le siguen los pagos al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) con cerca de 200 millones de la moneda estadounidense.
La CUT calcula que sólo un 56 por ciento de los trabajadores chilenos cotiza, un 50 de los afiliados no alcanzarán pensiones mínimas, estos mismos datos, sólo el 58 por ciento de los casi tres millones de ahorradores podrá jubilarse con 70 mil pesos, unos 120 dólares, y el resto simplemente no recibirá nada.
El problema que afecta a millones de chilenos tuvo su origen en la década de 1980, cuando se produjo el traslado de los ahorros de los trabajadores desde el antiguo sistema previsional público, al de las AFP y de seguros privados de salud, creado por el régimen militar.
El ex dictador Augusto Pinochet prometió que las jubilaciones corresponderían al 70 por ciento de los sueldos y liberó a las empresas y al Estado de los aportes, que a diferencia del sistema antiguo no permiten la capitalización individual del trabajador.
Santiago de Chile, 30 enero 2006
Crónica Digital , 0, 72, 15
