El Pentágono confirmó la víspera la llegada al Mar de Omán del portaviones USS John C. Stennis, que acompañará en operaciones militares en la zona al USS Dwight D. Eisenhower.
Medios de prensa reflejaron que los sofisticados medios de combate se trasladaron para apoyar una posible agresión armada contra la República Islámica de Irán.
El gobierno del presidente George W. Bush ha incrementado las acciones hostiles contra el estado persa, que defiende su derecho a desarrollar la energía nuclear con fines pacíficos, en especial la generación de electricidad.
Diversas fuentes, entre ellas la cadena BBC de Londres, coincidieron en que militares estadounidenses eligieron ya los blancos estratégicos que serán atacados, de ocurrir una invasión contra ese país.
Analistas consideran que una invasión contra Irán por Estados Unidos perseguiría derrocar al actual gobierno que encabeza el presidente Mahmud Ahmadinejad y aprovecharse de las vastas riquezas petroleras.
En referencia a los países de Occidente, el gobernante iraní expresó que «si quieren que cerremos nuestros sitios y suspendamos el ciclo para la producción de combustible», es necesario que ellos clausuren sus plantas para negociar en igualdad de condiciones.
Quieren que recesemos en nuestras actividades, pero ¿por qué sus sitios y sus plantas siguen trabajando las 24 horas del día mientras la tecnología iraní apenas nacida causa miedo, manifestó.
Ante la exigencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, apoyada en una resolución en diciembre último, de que Teherán renuncie a su plan nuclear sin condicionamientos, el mandatario expresó que esos pedidos privan al país de sus derechos.
El gobierno iraní desmintió infundios estadounidenses de que proporciona armas a grupos de la resistencia iraquí y los consideró pretextos para continuar la ocupación de la nación del Golfo Pérsico, invadida por tropas anglo-estadounidenses desde marzo de 2003.
Washington, 21 febrero 2007
Prensa Latina , 0, 25, 2