Una declaración de la Conferencia Episcopal difundida ayer imputa al presidente Hugo Chávez de tratar de concentrar el poder con su propuesta y considera el socialismo un modelo contrario a la visión cristiana del hombre.
El ministro de Comunicación e Información, William Lara, respondió que contrario a lo señalado por la cúpula clerical, la reforma es auténticamente cristiana y destinada a concretar en las condiciones actuales los ideales de Jesús de Nazaret.
Sólo el socialismo dijo- es capaz de garantizar el mayor grado de felicidad posible para el pueblo que postuló Simón Bolívar, con valores cristianos de hermandad, solidaridad, cooperación, justicia e igualdad y el ejercicio socialmente responsable de la libertad.
Al criterio de que se intenta imponer un pensamiento único, Lara opuso la inclusión en la Constitución del Poder Popular, la democratización de la propiedad, la reducción de la edad para votar y la igualdad de género en las postulaciones para cargos.
Aseguró que, frente a la visión derechista de la elite clerical, el proceso venezolano actual se nutre en gran medida de la Teología de la Liberación, expresión de la auténtica doctrina social de la iglesia.
Tras reiterar su condición de católico, el ministro venezolano reclamó a los obispos abstenerse de usar el nombre y los símbolos de la Iglesia para hacer política:
«Nuestra Iglesia es de todos, seamos o no obispos. Ninguno tiene derecho a traficar con la fe de la familia venezolana para promover sus intereses particulares; no es propio de cristianos usurpar lo que es patrimonio común de la cristiandad nacional», subrayó Lara.
Caracas, 20 de octubre 2007
Prensa Latina , 0, 45, 19