Señora Presidenta, no basta con apelar continuamente a una ciudadanía abstracta y sin rostro, señala una carta abierta a la mandataria con la firma de Fuerza Social y Democrática, Movimiento Surda y Nueva Izquierda.
La misiva señala que el país requiere, por el contrario, «de transformaciones políticas que resulten de la participación de los más amplios sectores sociales», muchos de los cuales se sienten marginados de la toma de decisiones que afectan a todo el país.
Tras expresar su decepción por la gestión presidencial a una semana de cumplir cinco meses en La Moneda, las organizaciones mostraron «su actitud crítica, pero constructiva», sobre el futuro del país, en especial en lo tocante a apertura democrática y más participación.
«Hemos visto cómo se mantiene la práctica de las negociaciones reducidas a sectores de poder, circunscribiendo el debate público a la acción de comisiones tecnocráticas, mientras sigue reproduciéndose el carácter excluyente del régimen político», dijeron.
Según las agrupaciones, ese criterio fue el que imperó en temas como la Subcontratación de trabajadores, y en las comisiones sobre reformas a los sistemas previsional y de elecciones, y sólo ha tenido una calidad más influyente el Consejo Asesor sobre Educación.
También critican que no ha usado su mayoría parlamentaria para implementar medidas de un «verdadero sentido social», no ha aprovechado avanzar en una agenda que promueva la igualdad de género, ni se han desarrollado políticas de integración con la región.
«El gobierno debe entender que las negociaciones con los sectores conservadores de la Concertación y la derecha no son el camino. Existe un amplio mundo social, del cual somos parte, dispuesto a movilizarse en pos de las transformaciones justas que Chile requiere», afirmaron.
Reiteraron en tal sentido su disposición a colaborar con el establecimiento de una «democracia real con justicia social», que contemple el término del sistema binominal, de pensiones, profundos cambios en la educación pública y el voto voluntario desde los 16 años.
«Estamos convencidos que sólo así podremos cimentar un proyecto político joven y serio, capaz de inyectar en la envejecida escena nacional el ímpetu y la rigurosidad de un movimiento progresista», indicaron las organizaciones de izquierda.
Subrayaron asimismo que para ello se requieren ideas y propuestas claras que favorezcan una a una las transformaciones estructurales de las políticas públicas que hoy parecen tan difíciles de lograr.
Santiago de Chile, 5 de agosto 2006
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