En oposición a este modelo, «pretendemos que el agua sea para todos», dijeron, e insistieron en buscar una vida en la que «se evalúe primero a la gente, no las ganancias.
Las organizaciones de la sociedad civil que se movilizaron en México a raíz del Foro, constataron que la privatización de las empresas no ha mejorado la cobertura; que la calidad del agua se ha visto deteriorada en muchos paises; y que los valores del servcio han aumentado en forma notoria, en algunos casos alcanzando más del 500%, en los primeros dos años de la privatización.
Paralelo al evento, miles de dirigentes sociales y activistas de todo el mundo realizaron actividades para dar a conocer la realidad del agua dulce en todas partes del mundo. Una de las actividades más emblemáticas fue el Tribunal Latinoamericano del Agua, que durante toda la semana recibió los testimonios de diferentes casos. El próximo lunes 20 de marzo, entregará su veredicto.
El 15 de marzo, participaron dirigentes de Bolivia, Argentina, Brasil , Uruguay y Chile, los que dieron a conocer el mal funcionamiento de las empresas que pertecen a Suez, la principal multinacional de agua potable en el mundo.
Omar Risco, presidente del Centro Cultural, Social y del Medio Ambiente Ceibo de Maipú y representante de la Coordinación Multisocial de Santiago Poniente, expuso las fallas de la planta de tratamientos de aguas servidas de La Farfana, que pertenece a la empresa Aguas Andinas (Suez en Chile), afectando a la calidad de vida de miles de pobladores de la ciudad de Santiago.
La Farfana es una de las cinco plantas más grandes del mundo y fue diseñada, especialmente, para tratar el 50% de las aguas servidas generadas por los habitantes de la capital del país.
Lo sucedido en Chile se repite en casi todos los países donde está operando Suez. La principal diferencia es el comportamiento de las autoridades nacionales. Los dirigentes sociales denunciaron que en Chile han sido cómplices (el 40 % de la empresa pertenece a CORFO), mientras que en Argentina y Bolivia han exigido que cumplan con sus compromisos y hasta han caducado los contratos.
Risco también participó en una gigantesca marcha realizada en la Ciudad de México. Los manifestantes lo gritaron en varios idiomas y lenguas: en mazahua, francés, inglés, náhuatl, mixteco y español: «Agua pública para siempre, la vida en vez de la ganancia».
Durante el trayecto, Risco denunció a la prensa mexicana que nueve municipios de su país fueron convertidos en «la ruta de la caca», tras la instalación de la Planta de La Farfana. Explicó que por esos municipios transitan a diario 22 camiones con excremento, resultado de la separación que hace la empresa de los desechos y el líquido, actividad que afecta a millón y medio de habitantes.
Ciudad de México, 17 de marzo 2006
Crónica Digital , 0, 124, 16