Según comunicado público, el PC señaló que los militares tienen una responsabilidad en el quiebre de la democracia y las atroces violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90).
El país ha sido testigo de la incansable lucha de organizaciones sociales y familiares de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos, ex presos políticos y torturados por verdad y justicia y por impedir la impunidad que favorecería a los responsables de estos luctuosos hechos, indicó la misiva.
Según los comunistas, el ex Presidente Lagos intentó instalar una doctrina Cheyre a partir de la declaración del ex Comandante en Jefe de que el Ejército es ahora una institución que representaría a toda la nación chilena.
Si bien es un avance respecto de anteriores afirmaciones que determinaban un enemigo interno entre los sectores populares y los trabajadores, el diálogo propiciado por Cheyre con el pacto Juntos Podemos Más y la histórica entrevista con la dirección del Partido Comunista de Chile, se hace indispensable continuar y profundizar este tipo de encuentros, apuntó el PC.
Asimismo, la dirección central del PC, exigió de la nueva autoridad del Ejército que termine con el apoyo directo e indirecto a uniformados condenados, procesados y encarcelados, terminar con las visitas periódicas a delincuentes y abandonar la idea de un punto final.
Respecto a los casos de muertes de conscriptos en Antuco y del accidente en la Antártica, el PC confía en el respeto a los procesos judiciales y que la consolidación de la democracia en nuestro país implique una reforma profunda a la justicia militar y un revisión a las prebendas y un sistema previsional claramente clasista que beneficia a la llamada familia militar.
Por último, los comunistas subrayaron que alejarse de la figura del ex dictador Augusto Pinochet significaría el verdadero reencuentro del Ejército chileno con el pueblo.
Santiago de Chile, 11 de marzo 2006
Crónica Digital
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