En el acto celebrado en la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Correa fue ratificado como nuevo gobernante para el período 2007-2011, aunque su toma de posesión se realizará el 15 de enero próximo.
«La lucha recién empieza y es esta reforma política (la Asamblea Constituyente) profunda para democratizar los organismos de control, tener un Congreso que verdaderamente represente la ciudadanía y cambie la Constitución de 1998, que legitimó el neoliberalismo», subrayó.
Aseguró que el tiempo de la larga y triste noche neoliberal ha terminado y no sólo en Ecuador, sino en toda Sudamérica, han llegado gobiernos soberanos, dignos, que están buscando de forma activa mejores días para sus naciones.
El dignatario adelantó que desde su ascenso al poder, en enero próximo, el país se incorporará a la corriente integracionista impulsada por Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela y Chile.
«Felizmente las condiciones están dadas para cumplir el sueño de la gran patria latinoamericana con gobiernos amigos, hermanos y soberanos a lo largo y ancho de la región», subrayó Correa, de 43 años, ante cientos de partidarios asistentes a la ceremonia.
Buscaremos la unión americana, india, morena y mestiza, con los presidentes argentino, Néstor Kirchner; brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; boliviano, Evo Morales; chilena, Michelle Bachelet; uruguayo, Tabaré Vázquez; y venezolano, Hugo Chávez, aseveró.
El electo mandatario ratificó la decisión de emprender «una revolución ciudadana y de cambio radical del sistema político, económico y social», y ratificó la convocatoria a una consulta popular que allane el camino a una Constituyente.
Sus declaraciones animaron a sus simpatizantes, quienes reunidos en una sala del TSER gritaron «alerta, alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina».
Al referirse al proceso comicial, se quejó «de la forma descarada que se permitió al representante de la oligarquía (el multimillonario Alvaro Noboa) exceder con creces el gasto electoral» y calificó de parcial la postura asumida por el TSE.
Por ello, confió en que la Asamblea Nacional Constituyente pueda garantizar el mismo trato a todos los candidatos a la presidencia y «no se permita a cualquier ricachón corrupto romper con el gasto electoral».
En los comicios del 26 de noviembre pasado triunfó la democracia y fue derrotado el fraude, gracias a tres millones y medio de voluntades que no se dejaron comprar por las chequeras corruptas, concluyó.
Quito, 20 de diciembre 2006
Prensa Latina , 0, 72, 11