Ante la propuesta boliviana de propiciar la normalización de relaciones al más alto nivel, siempre que Chile se allane a tratar los históricos temas pendientes, casi la totalidad de los entrevistados (90 por ciento) apoya la reanudación de lazos a nivel de embajadores.
En cuanto a la reivindicación de La Paz, un 75 por ciento de la muestra se allana a conceder al vecino país una salida al Pacífico, pero siempre y cuando este ejercicio no signifique cesión alguna de territorio.
Un 69 por ciento de los consultados se manifiesta en desacuerdo a solucionar el tema si es a cambio de una entrega de soberanía, mientras un 44 considera que dar a Bolivia una salida al mar permitiría terminar con los permanentes escollos para la integración de ambos países.
La consulta fue realizada por el diario ultraconservador la Tercera, que como el resto de la prensa de derecha chilena se opone a los reclamos bolivianos, como compensación histórica por haberles arrebatado sus costas en el Siglo XIX.
Instigado por intereses económicos británicos, el Ejército chileno invadió Antofagasta en 1879 y despojó al vecino país de todo su litoral, en una guerra que involucró también a Perú.
La conquista territorial fue consagrada luego en un denominado Tratado de Paz y Amistad, firmado en 1904 por el vecino país bajo la presión de las armas.
Las autoridades chilenas, interesadas ahora en el gas boliviano, están dispuestas a normalizar las relaciones como parte de una denominada «agenda de futuro», pero sin modificar los tratados que consideran intangibles
El presidente Evo Morales, con un amplio respaldo popular en su país, ha insistido con las nuevas autoridades en la necesidad de una reparación histórica, y convocó el jueves una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Chile y Bolivia no tienen relaciones plenas desde 1978, cuando fracasaron las negociaciones entre los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet sobre una eventual franja soberana paralela a la denominada Línea de la Concordia, en la frontera con Perú.
El ascenso al gobierno de Evo Morales en Bolivia y Michelle Bachelet en Chile casi simultáneamente, abrió grandes expectativas para una solución negociada, pero la intransigencia chilena mantiene entrampada las negociaciones.
Santiago de Chile, 26 de marzo 2006
Crónica Digital/PL , 0, 70, 3