Gálvez, cuya imparcialidad fue siempre cuestionada a la hora de pronunciarse sobre crímenes cometidos por ex militares, es uno de los tres candidatos favoritos para convertirse mañana en el nuevo titular del máximo órgano de justicia del país.
En declaraciones a Crónica Digital, Lorena Pizarro afirmó que su eventual elección por parte del pleno de la Corte representaría «un retroceso» en la lucha por aplicar justicia a decenas de ex represores que sembraron la muerte y el luto en la familia chilena.
La presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) recordó que Gálvez fue el creador de un «formulario tipo» que posibilitó el rechazo de los distintos recursos de amparo que se presentaron a favor de presos políticos durante la dictadura.
«Su eventual elección sería una grave señal de impunidad y desprestigio para el país en el mundo, que suponemos, los tribunales de justicia, del cual ustedes forman parte, no deberían estar dispuestos a respaldar», advirtió Lorena en una carta a los miembros de la Corte.
El magistrado es un partidario decidido de eliminar la figura del secuestro permanente, que hace imprescriptible ese delito hasta que no aparezcan los restos de las víctimas.
Pizarro criticó además la actuación de Gálvez que se ha pronunciado siempre contra el pago de indemnizaciones a los familiares de las víctimas de la dictadura y «carecer del prestigio que requiere para tan alta investidura».
El actual presidente de la Corte Suprema, Marcos Libedinsky, concluye su mandato y el pleno del máximo tribunal, integrado por 21 ministros, deberá escoger mañana a su sustituto.
Si bien no existe una lista de precandidatos, Gálvez suena como uno de los magistrados con más posibilidades de ser elegido, para un mandato de dos años, junto a Alberto Chaigneau y Enrique Tapia, todos con 72 años de edad.
Santiago de Chile, 21 de diciembre 2005
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