Sergio Flores, presidente del Sindicato de Integración Laboral de la División Andina, defendió la capacidad y profesionalismo de los mineros y rechazó aseveraciones de algunos funcionarios del gobierno que los tratan como enemigos o adversarios.
Aunque sin mencionarlos, el dirigente apuntó sus dardos contra los ministros de Hacienda, Andrés Velasco, un economista educado en Harvard, y de Minería, Karen Poniachik, vinculada también al sector privado, quienes jugarán un rol fundamental en la negociación.
Se nos intenta estigmatizar en muchas cosas. Nosotros podemos entender que el Gobierno nos envía señales, pero lo que no aceptaremos es la presión indebida, la provocación y la falta de respeto, sostuvo.
Flores rechazó enfáticamente ser tildados de privilegiados por trabajar en la principal rama económica del país, porque -dijo- los mineros tienen que enfrentar condiciones laborales muy adversas, que no las sufren quienes trabajan en las ciudades o en los campos.
«Tenemos que trabajar a cuatro mil metros sobre el nivel del mar, con el denominado mal de alturas (puna) que nos obliga virtualmente a cazar el oxigeno para poder respirar, que sufrimos enormemente cada vez que subimos o bajamos a nuestras faenas», apuntó.
Según el dirigente, las expectativas de los trabajadores de la estatal del cobre frente a las próximas negociaciones colectivas son mayores que en ocasiones anteriores, pues el metal rojo ha multiplicado varias veces su precio en el mercado internacional.
Rechazó además que los ministros de Hacienda y Minería hablen ahora de los altos costos de producción de CODELCO, «cuando el fondo de la discusión son los excedentes históricos devenidos del cobre», que este año pueden llegar a 12 mil millones de dólares.
Para los gremios de las divisiones Andina y CODELCO Norte el reciente conflicto de los trabajadores de Escondida y el histórico acuerdo logrado el pasado agosto con esa transnacional minera constituye un importante punto de referencia.
Flores, ingeniero eléctrico y presidente del Sindicato de Integración Laboral de CODELCO Chile (División Andina), señaló que el esfuerzo del gremio en las conversaciones con la empresa tendrá como objetivo alcanzar acuerdos a través del diálogo.
Sin embargo, no descartan «ocupar todas las herramientas que están a nuestro alcance, incluyendo la huelga», e insistió que las expectativas ahora son mayores que con el anterior contrato colectivo, cuando el precio del metal era muy bajo.
«Entonces la empresa nos hizo ver que no se podían aumentar las remuneraciones ni los beneficios en aras del desarrollo del país y nosotros lo entendimos y asumimos» explicó.
Dijo que ahora la situación es al revés y, por lo tanto, esperan que exista una posición coherente de la empresa y las autoridades del gobierno respecto a las condiciones laborales y las expectativas de los trabajadores.
Explicó que las demandas son las mismas que plantea cualquier organización gremial: mejoras económicas, condiciones laborales dignas y justas, prevención de enfermedades, aspectos sociales, de calidad de vida y desarrollo dentro de la entidad.
Santiago de Chile, 21 de septiembre 2006
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