Los diputados Jorge Burgos, Gonzalo Duarte y Eduardo Saffirio, todos de la Democracia Cristiana (DC), principal partido de gobierno, enviaron un pedido con carácter de urgencia a través de oficios públicos para que responda a una serie de dudas sobre las tratativas.
La bancada DC se mostró preocupada por este tema, indicando que ha existido «falta de transparencia» en una decisión que, según las primeras informaciones, implicaría un costo de 40 millones de dólares, según el diario conservador El Mercurio.
«Las autoridades han ratificado dichas informaciones, y han señalado que la decisión se tomaría en los próximos días. Todo indica que una adquisición de esa magnitud y complejidad debe ser acompañada de un proceso de mayor discusión y transparencia», dijo Burgos.
Los parlamentarios indicaron que junto con estar en las tinieblas las razones de la compra, tampoco está claro cómo se financiará esa adquisición.
Entre las variables se encuentra la ley reservada del cobre, los intereses sobre los depósitos en el extranjero del Gobierno, o derechamente por los presupuestos del actual o del próximo año y eso es preciso debatirlo en público, indicó el legislador.
La eventual adquisición de esta sonda fue uno de los temas que especialmente conversaron este fin de semana la ministra de Defensa chilena, Vivianne Blanlot, con su par de Francia, Mich le Alliot-Marie, en el marco de la visita del Presidente francés, Jacques Chirac.
La compra -de ser confirmada- se inscribe en medio de un multimillonario programa de adquisición de armamento sofisticado de las Fuerzas Armadas chilenas, aprovechando el boom por los altos precios del cobre.
El satélite se sumaría a los 28 aviones de combate F-15 comprados a Estados Unidos y Holanda, cuatro modernas fragatas y dos submarinos para la Armada y un centenar de poderosos tanques Leopard II negociados recientemente con Alemania para el Ejército.
Santiago de Chile, 31 de mayo 2006
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