Como se ha sostenido por el ministerio de Hacienda, Chile cuenta con una política de responsabilidad fiscal basada en el superávit estructural, lo que entre otras- significa que Chile ha sido capaz de ordenar sus cuentas sobre la base de una planificación responsable de los ingresos y los gastos. Hoy en día, producto del aumento extraordinario del petróleo en los mercados mundiales, el fisco de Chile está obteniendo mayores ingresos, sostuvieron los parlamentarios en un comunicado de prensa difundido este mediodía..
Estos antecedentes han llevado a Quintana y González a proponer al ministerio de Hacienda que estudie el establecimiento de un sistema de bandas de precios con la idea de establecer también un impuesto flexible, de manera tal que, si se supera la banda de precios, baje la tasa. De modo que la recaudación fiscal estimada y la economía doméstica familiar no se ven afectadas.
El impuesto específico que afecta a la bencina y al petróleo es un impuesto proporcional, cuya tasa no varía en relación con la base imponible, señalan los diputados, quienes a modo de ejemplo indicaron: Si el precio de la bencina es 100, el fisco recauda 40, si el precio de la bencina es 150, el fisco recauda 60. Entonces, plantear que una rebaja en el impuesto específico significa que el fisco dejará de percibir los fondos necesarios para cumplir sus objetivos es una falacia que no resiste mayor análisis. Lo cierto es que si el precio aumenta, aumenta también la recaudación fiscal, apuntó el comunicado.
El impuesto específico y el IVA constituyen en total cerca del 40 por ciento del precio que paga el consumidor final, de modo que siendo un impuesto proporcional, si aumenta el precio de los productos cuya venta está gravada, aumenta también la recaudación fiscal.
Santiago de Chile, 22 junio 2006
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