Querida Presidenta:
Primero quiero darle las gracias por haberse interesado e inagurado las tres sillas en Quilicura, que recuerdan la vida y lucha de José Manuel Parada, Santiago Nattino y mi padre Manuel Guerrero Ceballos. También
quiero agradecerle por su compromiso con nuestro pueblo y por la esperanza que ha sembrado sobretodo en las mujeres de Chile.
Después de no haber estado en mi país desde hace años, cuando fui en marzo logré ver los cambios y el espacio que se le está dando a la memoria, de una manera casi subliminal, por ejemplo en el Metro. Todo
eso me gustó mucho, aunque creo que nuestra historia debería hablarse más públicamente y no avergonzarnos por algo de lo que nosotros no fuimos responsables.
Me hizo feliz también ver que los liciados ya no andan gateando o en sus carritos artesanales de madera con rueditas chicas, si no ya cada uno con su silla o implemento de ayuda. En fin, vi muchas cosas que me emocionan y me alegran, que demuestran que después de todo sí se han echo cosas y que sí estamos un buen poco mejor.
Más allá de ello, le quiero pedir que se sensibilice y ayude en forma pública y llena de orgullo a nuestros hermanos mapuche. Deles dignidad y libertad. Los jóvenes chilenos nos sentimos identificados con nuestros ancestros, y al darles dignidad y libertad a ellos también nos la darán a nosotros, en especial a los jóvenes que viven en nuestro país. Se lo pido además por la Naturaleza, ellos son sus mejores guardianes… No deje que mueran los hermanos y las hermanas que están en huelga de hambre.
Que el Gobierno defienda más a su gente autóctona y originaria que a los intereses extranjeros.
Ya son muchos años de injusticia contra el pueblo mapuche, si el Gobierno y el Estado no hacen algo ahora y los exterminan la herida va quedar para siempre sangrando en el corazón de las nuevas generaciones chilenas. Esta causa siempre ha sido defendida por los jóvenes; Usted lo sabe mejor que yo. La herida sembrará violencia
por la desesperacion de no haber sido escuchados por un gobierno democrático.
Atrévase a dar el paso de honrar a nuestros mapuche. Nos hará bien a todos como Nación, va a ser como reencontrarse con la familia. No los abandonen una vez más, ellos lo único que han hecho es exigir su derecho
a existir y cuidar de la naturaleza.
Se despide confiando en su corazón amable,
desde Estocolmo, Suecia
América Guerrero Antequera.
Santiago de Chile, 8 de Mayo 2006
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