Fernando Quilodrán, presidente de la institución cultural, anunció el inicio de una vasta campaña nacional en respaldo «a la justa lucha del pueblo, el gobierno y los intelectuales de la isla por su soberanía, autodeterminación e independencia».
«La deuda cultural de América Latina hacia Cuba es incalculable», afirmó Quilodrán en una conferencia de prensa convocada por la SECH para «denunciar las maniobras injerencistas del gobierno norteamericano en Ginebra contra Cuba y otros países del tercer mundo».
El escritor y periodista hizo un detallado recuento de los aportes de la Revolución cubana a la cultura, la unidad y la independencia de los pueblos de América Latina y el Caribe y llamó a todos los intelectuales del mundo a manifestar activamente su solidaridad.
«Nosotros entendemos que dentro de los deberes éticos y políticos de los escritores del mundo y también de Chile están los principios de la soberanía, la autodeterminación y el respeto a la voluntad libre y mayoritaria de cada país a darse la sociedad que quiera», apuntó.
Dijo que ni Estados Unidos ni ningún otro país tienen derecho a inmiscuirse en los asuntos internos de otro Estado, por pequeño que sea, para decirle que tipo de gobierno, sociedad o estructuras tienen que asumir a fin de ser aceptado en la comunidad internacional.
«Admiramos en la Revolución cubana su preocupación por el ser humano, manifiesta en los altos índices que han logrado y que son mundialmente reconocidos en materias como educación, salud, vivienda y cultura entre muchos otros», enfatizó.
Pero los intelectuales de todo el mundo, y particularmente los chilenos, «apreciamos altamente también la solidaridad internacional del pueblo y gobierno cubano».
Destacó que esa práctica no sólo se manifiesta en la recepción que hace en su territorio de miles de estudiantes extranjeros, sino también por la labor de verdadera cruzada humanitaria que realizan a través de verdaderos ejércitos de médicos y maestros en todas partes del mundo.
Gabriel Fernández, vice presidente de la SECH, denunció por su parte la política norteamericana, exacerbada por la actual administración del presidente George W. Busch «de aplastar la cultura de los pueblos para imponer su doctrina imperial».
Resaltó que es fundamental que los escritores defiendan los principios éticos de identidad cultural, independencia y soberanía dentro de la diversidad de sus sociedades.
Esos principios -recalcó- Cuba los ha defendido tremendamente, en todos los niveles, tanto sociales, políticos como económicos y merece nuestro apoyo y solidaridad.
El embajador cubano en Santiago, Alfonso Fraga, agradeció en nombre de su gobierno el respaldo de la Sociedad de Escritores, que se suma a otras manifestaciones de apoyo de dirigentes políticos, sociales y gremiales de Chile.
Dijo que esa solidaridad es más importante que nunca ante «los enfermizos» esfuerzos del gobierno norteamericano para aislar internacionalmente a Cuba para justificar un posible agresión militar.
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