El carguero llevaba estructuras metálicas que servirían para la construcción de la planta de celulosa de Botnia, en la localidad uruguaya de Fray Bentos, motivo de una polémica entre Argentina y Uruguay por la contaminación del río que divide a ambos países.
Se trata de las mismas estructuras que ya habían sido detenidas por Greenpeace en la provincia argentina de Entre Ríos antes de que lograran cruzar por carretera a Uruguay.
Las Asambleas vecinales de Colón, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú continuaron luego la medida iniciada por Greenpeace y tras 19 días de resistencia, Botnia optó porque los camiones retornasen a Chile para intentar el envío por mar.
«Estamos bloqueando los elementos que serán utilizados para causar un grave daño ambiental. Como ha quedado más que demostrado con Celco, en la provincia chilena de Valdivia, las papeleras contaminan», declaró Samuel Leyva, vocero de Greenpeace Chile.
Subrayó que la contaminación no es un problema de un sólo país, sino que de toda nuestra región y por eso las organizaciónes ecologistas demanda un plan de producción limpia para esta industria.
El activista denunció la complicidad o pasividad de los gobiernos del cono Sur latinoamericano que permiten la multiplicación de las plantas de celulosa en la región, con sus nefastas consecuencias para el medio ambiente.
Greenpeace encabeza desde el pasado año una campaña internacional contra las papeleras Botnia (Uruguay) y Celco (Chile) por el daño que produce el dióxido de cloro que utilizan esas industrias en el proceso de blanqueo de la pasta de celulosa.
La organización demanda que tanto Chile, como Argentina y Uruguay, adopten un Plan de Producción Limpia para la Industria del Papel que contenga los máximos estándares tecnológicos disponibles.
Santiago de Chile, 3 de marzo 2006
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