La importancia del acto gubernamental tiene como objeto que el pueblo chileno no olvide la barbarie, el genocidio y el odio que alguna vez sembró la derecha reaccionaria, la que al amparo de las Fuerzas Armadas, asesinó, desapareció, torturó y encarceló a miles de compatriotas a lo largo y ancho de todo el país por más de 16 años.
El 30 de agosto es un día significativo para los familiares de las víctimas ya que esta fecha es conmemorada en todo el mundo y recuerda a los más de 75 mil seres humanos que fueron hechos desaparecer por las dictaduras militares en el continente Americano Recuerda que esta práctica no es producto de una mente enfermiza que gobernó un país determinado sino que fue una política generalizada adoptada por los regímenes de facto al amparo de la guerra de baja intensidad promovida por Estados Unidos en la década de los 70 y 80. Fue la respuesta criminal de los poderosos a la conciencia colectiva del pueblo, a la lucha por la dignidad y la autodeterminación.
La desaparición forzada se basa en un secuestro llevado a cabo por agentes del Estado o grupos organizados de particulares que actúan con su apoyo o tolerancia y donde la víctima desaparece. Las autoridades no aceptan ninguna responsabilidad del hecho, ni dan cuentas de la víctima. Los recursos de habeas corpus o de Amparo -mecanismos jurídicos destinados a garantizar la libertad e integridad del ciudadano- son inoperantes y en todo momento los perpetradores procuran mantener el anonimato.
La desaparición forzada no sólo viola los derechos humanos de la víctima sino de todo su entorno familiar y social. Es un mecanismo de tortura permanente que trasciende en el tiempo, es un estado de incertidumbre y terror que no acaba.
Para la sociedad en su conjunto, la firma de este Decreto es un acto de justicia de reconocimiento a las luchas de aquellas mujeres que desde el primer momento del golpe salieron a las calles buscando a sus seres queridos. Son las que dieron la cara.
Las que se colgaron la foto de sus esposos, hijos y hermanos para denunciar el exterminio de compatriotas en las mazmorras de la dictadura pinochetista. Son esas mujeres que hoy se levantan como el referente moral de Chile.
La Presidenta Michelle Bachelet dijo en la ceremonia de instauración que «mientras haya detenidos desaparecidos, nunca dejaremos de buscarlos. Porque ésta es la tarea que nos mueve desde el fondo del alma, que mientras haya injusticia, lucharemos por la justicia, que mientras haya opresión lucharemos por la libertad, que mientras haya silencio lucharemos por la verdad». Sus palabras expresan certezas y con ellas compromiso para con la causa de los derechos humanos.
En esta línea la Presidenta reafirmó el compromiso del Gobierno por el respeto y la promoción de los Derechos Humanos y también se comprometió a ratificar los principales textos en la materia. Anunció también el envío del Congreso del Protocolo facultativo de la convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles y, por último dar urgencia a la moción sobre genocidio y la creación del Instituto de Derechos Humanos.
Michelle Bachelet en este tema marca diferencia respecto de sus antecesores. Les devuelve humanidad a las víctimas y a la lucha de sus familiares. El acto de instaurar el 30 de agosto como el Día Nacional del Detenido Desaparecido permite que los crímenes no se olviden y que los criminales, más temprano que tarde, deberán enfrentar el juicio de la historia.
Por: Roberto Portilla, el autor es periodista y editor general de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 31 de agosto 2006
Crónica Digital , 0, 323, 3