Cientos de personas se reunieron hoy frente al antiguo hogar de Nelson Mandela en Vilakazi Street, Soweto, y entonaron cánticos de combate e himnos de libertad en honor al fallecido ícono de la lucha por la dignidad humana.
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Soweto (abreviatura de South Western Townships) es un área urbana de Gauteng con un gran simbolismo histórico por haber sido foco popular de enfrentamientos al apartheid, régimen culpable ante el mundo por la matanza de niños perpetrada allí en junio de 1976.
Mandela es como un segundo Jesús por lo que ha hecho por este país y por su impresionante demostración de humanidad, comentó una de los residentes de Soweto que fueron a rendir tributo al expresidente.
«No estamos aquí para llorar, sino para conmemorar con honor y celebrar por todo lo que ha hecho para bien de Sudáfrica», dijo Lerato Hlongwane, de la vecindad Dobsonville.
Hlongwane conversó con reporteros mientras un grupo amplio de personas cantaba tonadas tradicionales en recuerdo al abogado y niño nacido en el clan Madiba del pueblo Thembu, quien en 1993 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
La gran movilización de ciudadanos marchó varias veces calle hacia arriba y abajo, sin dejar de bailar y cantar himnos folclóricos para alabar al que consideran padre fundador de la nación austral en su etapa democrática.
Algunos agentes de policía que patrullaban la avenida también participaron en la demostración y colocaron flores o rosas en la reja de la antigua casa de Mandela, quien falleció este jueves en la noche debido a complicaciones pulmonares.
Otros centenares de personas se juntaron espontáneamente frente a la residencia de Mandela en Houghton, también en Johannesburgo, y encendieron candiles, levantaron pancartas y convocaron rituales de silencio en recordación de lo que fue una lucha y una vida ejemplares.
Algunos ciudadanos estaban vestidos en pijama de lana o envueltos en mantas debido a las bajas temperaturas de este viernes, muchos ondearon banderas de Sudáfrica, y otros entregaron cartas de condolencias a familiares del exjefe de Estado.
«Pongámonos de pie juntos. Vamos a unirnos, nos quedaremos así para siempre, y es algo que haremos por Madiba (nombre tribal de Mandela)», subrayó una mujer ante otro grupo de ciudadanos.
«Hoy despedimos con pesar a Mandela, fue un líder con un corazón muy fuerte pero lleno de humildad, una de las combinaciones humanas más difíciles de encontrar», señaló Ben Maboki, residente de Arcadia, Pretoria, entrevistado por Prensa Latina.
«El mundo dice adiós con profundo dolor a un hombre excepcional, quien cambió la historia de toda África con su fuerza de voluntad y derrotó al enemigo con el poder de la razón», comentó Busi Nkosi, un namibio vecino de la misma localidad metropolitana.
Edward Haefele respondió que «el ejemplo de Mandela guiará a todos aquellos que luchan por la justicia social y la paz no importa en que país vivan, fue un símbolo de dignidad irreductible y un baluarte de la libertad», dijo.
Este viernes trascendió que una de las hijas de Mandela se enteró de la muerte del venerado político y combatiente cuando iba a ver la película sudafricana Un Largo Camino Hacia la Libertad, basada en su autobiografía.
Nelson Mandela murió a los 95 años de edad, y fue elegido Presidente de Sudáfrica cuatro años después de salir de la cárcel, donde permaneció tres décadas sin que el régimen racista del apartheid pudiera quebrar su voluntad de acero o convertirlo en un sujeto resentido.
En un país donde los negros quintuplican en número de habitantes a los ciudadanos blancos, Mandela pudo haber llamado a la insurrección vengativa o la guerra civil en 1994, pero no lo hizo.
Por el contrario, exhortó a todas las etnias y comunidades a construir juntas un porvenir con paz y armonía social.
Graca Machel, de 65 años, viuda de Mandela y también del jefe de Estado mozambicano Samora Machel, agradeció este viernes los miles de mensajes de condolencias enviados a la familia desde todas las latitudes del planeta.
Esta mañana se confirmó también que el cuerpo de Madiba fue trasladado desde su hogar en Houghton hasta un hospital militar en Pretoria, en la preparación del funeral de estado anunciado por el gobierno.
Pretoria, 6 diciembre 2013
PL
