En el Arena Corinthians, ubicado en Sao Paulo, la selección nacional sufrió un duro golpe propinado por Holanda, tras caer por 2 goles a cero, adjudicándonos el segundo lugar del grupo más complicado del mundial.
Creo que fue una derrota injusta, puesto que Chile disputó de igual a igual el partido frente al oponente. Es decir un partido mucho más parejo de lo que puede evidenciar el marcador. El primer tiempo de nuestro conjunto se basó en la tenencia de balón arrojando un resultado inesperado: 66% de posesión de balón a favor. Está bien que la escuela de Van Gaal es distinta a la de Cruyff, pero aún así, no pensé que Holanda saldría a defender de dicha manera el empate que los mantenía en el liderato.
Debido a un movedizo Alexis Sánchez, en el primer tiempo Chile trató de generar juego arrás de piso, el cual se vio mermado por un apretado duelo, estructurado gracias a la potencia física y estrategia que presentaban los “tulipanes”. Se conformó un duelo trabado, de bastantes roces, en los que el criterio del árbitro para mi opinión, no fue el más acertado.
¿Y por qué digo esto? Pues porque el árbitro proveniente de “Gambia” (cuánta tradición futbolística eh…), veía y “compraba” las aparatosas caídas de Robben, Lens y compañía. Así la “Naranja Mecánica” se generaba buenas oportunidades en materia de balones aéreos, que por historia, siempre han complicado a los jugadores criollos. Un caso particular es el de Daley Blind, quien quizás cometió alrededor de 5 o 6 faltas al “Niño Maravilla” sólo en el primer lapso. Y sabemos que la tarjeta amarilla no se otorga solamente a una falta de cierto calibre, sino también a una actitud recurrentemente en contra del tránsito de la pelota. Y por esta repetición de infracciones, dicho jugador debería haber sido amonestado en la primera mitad; recién en el segundo tiempo le mostraron la tarjeta, por una “fuerte” falta por sobre el mismo jugador chileno, y quién sabe, si es que hubiera sido expulsado, la cosa podría haber sido muy diferente.
Y el caso propio es el de Silva, quien trató y luchó por hacer un buen partido, viéndose damnificado por el físico de los delanteros holandeses; y le sacaron la cartulina amarilla por faltas que en ciertos momentos del partido, el juez no ocupó el mismo criterio en situaciones que favorecían a la “Roja”.
Pero el cotejo no se perdió gracias al árbitro, sería ingenuo y poco sensato adjudicar la causa inmediata a dicha característica. También debemos divisar el nerviosismo que se notó en ciertos pasajes de la brega, donde los jugadores erraban pases claves para el desarrollo de la transición del juego propuesta por Sampaoli; cuando en jugadas puntuales se dormían y los rivales aprovechaban el letargo para ocasionar alguna jugada peligrosa.
Si “Minimí” acertó con el ingreso de Beausejour frente a Australia, esta vez fue el revés, entró desenchufado, y fue bien contenido por el sector derecho neerlandés. Valdivia no pudo hacer tanta diferencia como esperábamos en el momento que lo vimos ingresar a la cancha, y Pinilla no logró hacer mayor aporte ya en los últimos intentos que buscaban el empate, que a posteriori fue el segundo balde de agua fría. El primero recién a 13 minutos del final, la única desconcentración aérea, y nos embocaron. Y la segunda fue un contragolpe bien comandado por Arjen Robben, quien habilitó y fulminó la esperanza chilena de conseguir un mejor resultado en esta “final”.
Sufrimos demasiado cuando el destacado jugador del Bayern Munich tomaba el balón en vistas de rematar o buscar una opción de habilitación con sus compañeros, pero también ellos, se veían sobrepasados cuando Chile lograba formar el juego asociado que ha caracterizado el proceso del oriundo de Casilda. Aún así, el equipo no rifó tantas pelotas como uno pudiera esperarse, mostró una buena imagen frente a un elenco que se hizo ver como un rival más complejo de lo que se veía frente al optimismo que dejó el histórico triunfo frente a España, y a pesar de que se vislumbraba este partido como una gran oportunidad de seguir haciendo historia (pensando que se podía conseguir 3 victorias al hilo, nunca hecho por Chile en un mundial en específico), hoy se nos presenta una nueva chance: Eliminar al dueño de casa.
La tarea se ve complicada, no sólo porque sea el anfitrión de la cita mundialera, sino por la abultada historia a favor de Brasil en juegos oficiales de la FIFA. Ésta última institución, no creo que le convenga que el local se vaya tan rápido de la Copa, así que no sería sorpresa cierta polémicam, que ojalá no veamos este sábado en Belo Horizonte.
La “verdeamarela” viene confiada tras golear a Camerún, pero se duda también del parámetro que le dejó ésta selección, y los “expertos” han posicionado a Chile como el rival “que nadie quiere enfrentar”. ¿Cordialidad hipócrita? ¿Blufeo anti-soberbio? No sé, pero no me creo completamente el cuento de que varios equipos prefieran enfrentar a Holanda, que a nuestra selección. Lo que sí, se ha demostrado que nuestros muchachos pueden pelearle el partido a cualquier equipo, en amistosos de renombre, en la etapa final de las Clasificatorias, y en este mismo Mundial.
Por eso, tanto que hemos acompañado el vaivén de emociones con esta generación, merecen el apoyo incondicional en el partido más importante que nos va a tocar en bastante tiempo, luego del ya mencionado del miércoles pasado.
Porque los chilenos han extremado recursos por su ilusión, por su convicción, por su confianza en las personas que llevan adelante un proyecto del deporte que enaltezca el nombre de nuestro país. Y hoy más que nunca, debemos estar orgullosos de la rebeldía, del coraje, de la dedicación que han mostrado los esforzados guerreros que sueñan con el campeonato, y espero que ese anhelo no se haya quitado en nosotros los espectadores, y menos aún en los ejecutores de una hazaña que podría ser recordada por siempre.
Costa Rica demostró que no se rendiría frente a la compleja situación que le tocaba, y ahí está, en 8vos de final cuando nadie apostó por ellos; y tal ejemplo debemos aplicar nosotros en esta titánica proeza que queremos cumplir, donde se puede reescribir la historia, y abrir espacios para disfrutar de ella.
Porque como pienso en circunstancias de esta estirpe… ”Mientras más complejo y difícil se vea el objetivo, significa que estás más cerca de alcanzar la gloria”.
Crónica Digital, Santiago 23 de junio 2014
Me interpreta absolutamente la comuna de Vicente. Será una dura contienda cuando todo parece adverso pero la garra de la Roja, aún está por verse!!
falta un poquito de autocritica.holanda jugo lo q planifico.sabiamos lo del contrgolpe holandes y no fuimos capaces de contrarrestarlo.no nos acercamos alrco contrario de q nos sirve jugar como nunca y perder como siempre.sampaoli no se atreve hacer cambios no probo a paredes jony herrera fuenzalida albornoz.
Buen análisis crítico del partido!! Vamos Chile!!