Venezuela abogó hoy por la objetividad y la imparcialidad en el tratamiento del tema de los derechos humanos, sin selectividad, dobles raseros, ni politización, en un espíritu de diálogo constructivo y cooperación.
«Esa es la vía positiva que le invitamos a retomar a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos», apuntó Jorge Valero, representante permanente de la nación suramericana ante la sede de Naciones Unidas en esta ciudad.
Valero deploró la «intervención sesgada» del Alto Comisionado, Zeid RaÂad Al Hussein, ante el XXIX período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos (CDH), precisa una nota de prensa divulgada por la legación diplomática venezolana.
Señaló que la «la preocupación» manifestada por Al Hussein ante la detención de supuestos «manifestantes pacíficos» venezolanos, asombra y «tergiversa tremendamente la realidad del país».
«Lamentamos que la Oficina se aleje del diálogo genuino y de la cooperación con los Estados para la promoción y protección de los derechos humanos -de conformidad con su mandato-, y más bien apele a la odiosa práctica de «estigmatizar a países democráticos», que debe ser definitivamente desterrada», expresó.
El diplomático refirió que a raíz de un intento de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y por la violencia terrorista que vivió el país en 2014, un reducido número de personas está a la orden de los tribunales de justicia, por imputárseles graves delitos.
Entre esos delitos cuentan decenas de asesinatos y la destrucción de numerosos bienes públicos y privados.
Los autores de tales crímenes, lejos de ser condenados por quienes hoy alimentan o respaldan la intensa campaña mediática internacional de descrédito contra la democracia venezolana, son victimizados y mostrados al mundo como supuestos manifestantes pacíficos, recalcó.
«A todos ellos -sin excepción-, se les garantiza el derecho a la defensa y al debido proceso», subrayó Valero.
Reiteró que manifestarse pacíficamente y sin armas es un derecho político consustancial con la vida democrática de su país, consagrado en la Constitución bolivariana, «el cual se ejerce a diario con plena libertad y sin restricciones, de conformidad con nuestro ordenamiento jurídico».
El Embajador expresó que su nación es paradigma de tolerancia política pues todas las personas expresan con libertad sus opiniones y críticas. En Venezuela nadie ha sido ni es perseguido por el ejercicio de tales derechos.
El XXIX período ordinario de sesiones del CDH concluirá el 3 de julio en el Palacio de las Naciones en esta ciudad.
Prensa Latina
Crónica Digital, 15 de Junio 2015
