En un seminario realizado ayer en la Universidad de Chile, la presidenta de la FECh, Valentina Saavedra, hizo un llamado a que el Ministerio de Educación inicie junto a los actores sociales la creación de un «marco regulatorio» para la educación superior, antes de fijar qué instituciones serán gratuitas en 2016.
Saavedra se refirió a la reforma durante un seminario realizado ayer en la Universidad de Chile, donde presentó la propuesta de «Principios fundamentales para una nueva educación pública» elaborada por la Confech para la reforma del sector, y en el que expusieron también el vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), Aldo Valle, y el académico de la Universidad Diego Portales, José León.
El Ministerio de Educación fue invitado al evento, pero declinó asistir por no tener una posición consensuada. Sin embargo, horas antes, la ministra Delpiano reafirmó que la gratuidad para 2016 sería decretada a través de la Ley de Presupuestos, y que el proyecto de reforma sería enviado al Congreso lo antes posible.
«El nuevo sistema de educación superior debe acogerse a una estrategia de desarrollo, que sea democrática, sin lucro y que esté vinculada a las comunidades locales», dijo Valentina Saavedra, quien además explicó que la propuesta de la Confech incluye la democratización de las instituciones de educación y del acceso a estas, y la definición de condiciones mínimas para que los planteles estatales y privados puedan funcionar.
Por su parte, el vicepresidente del Cruch, Aldo Valle, felicitó la propuesta de los estudiantes, asegurando que se trata de «un gesto de compromiso muy claro del movimiento estudiantil», y añadió que «la reforma que Chile necesita en educación superior es una reforma de carácter estructural, es una reforma cualitativa. No es una reforma que tenga que ver con respuestas parciales a algún déficit».
Mientras algunos miembros de la Nueva Mayoría pusieron en duda el cumplimiento de esta reforma, Valle advirtió que el país necesita «un nuevo marco regulatorio, porque de lo contrario la gratuidad podría ser el vehículo para consolidar esta desregulación, para consolidar finalmente una hegemonía de la oferta privada desregulada».
El académico de la Universidad Diego Portales destacó que «no resulta fácil conciliar la autonomía universitaria con la subordinación de la educación superior pública a una estrategia de desarrollo nacional», identificando así lineamientos que el documento no resuelve y es necesario discutir.
Santiago de Chile, 9 de julio 2015
Crónica Digital
