Tras meses de congelamiento y acusaciones mutuas, India y Pakistán abrieron las puertas al diálogo, aunque el largo camino hacia un entendimiento mutuo se antoja complicado y lleno de obstáculos. (PLRadio)
Durante un encuentro celebrado el día 10 en la ciudad rusa de Ufa, en el contexto de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai, los primeros ministros indio, Narendra Modi, y pakistaní, Nawaz Sharif, aprovecharon para intercambiar criterios y buscar puntos de contacto.
Ambos dirigentes abogaron por incrementar los contactos y liberar en un plazo de 15 días a los pescadores detenidos por faenar en aguas del otro país, señaló un comunicado conjunto.
También otorgaron luz verde a las charlas anuales entre representantes de ambos ejércitos y tropas de frontera, agrega el texto, leído durante una comparecencia de los viceministros de Relaciones Exteriores indio y pakistaní, Subrahmanyan Jaishankar, y Aizaz Ahmad Chaudhry, respectivamente.
Acordaron, además, buscar medios para acelerar el proceso judicial a los responsables de los ataques terroristas en Mumbai, en 2008, donde murieron 166 personas.
Luego de seis años tras las rejas, en abril último, las autoridades de Islamabad liberaron bajo fianza a Zakiur Rehman Lakhvi, cabecilla de la red que ejecutó esos atentados, lo cual provocó la ira de Nueva Delhi.
Modi también aceptó una invitación de su homólogo para visitar Pakistán el próximo año durante la cumbre de la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional.
El texto revela que los asesores de Seguridad Nacional de Pakistán, Sartaj Aziz, y de la India, Ajit Doval, se reunirán próximamente en Nueva Delhi para debatir diversos temas.
La cita se desarrolló en un ambiente cordial. Ambas partes coincidieron en la necesidad de garantizar la paz y promover el desarrollo, comentó Chaudhry.
La declaración conjunta muestra signos de un movimiento positivo, aseguró el ministro indio del Interior, Rajnath Singh.
En similar sentido se pronunció el gubernamental Bharatiya Janata Party (BJP), de Modi, que calificó de gran avance la reunión entre ambos dirigentes.
Por primera vez, Pakistán aceptó combatir el terrorismo en todas sus formas, estimó el vocero del BJP, M.J Akbar, en alusión a las sistemáticas acusaciones de Nueva Delhi sobre el respaldo de Islamabad a grupos extremistas en Cachemira.
Sin embargo, en sus respectivos países se alzaron voces contra el encuentro, en especial en las filas opositoras que aprovecharon la ocasión para criticar tanto a Modi como a Sharif.
La reciente reunión es una clara muestra de la falta de respeto de Modi, expresó el senador y ex ministro del Interior pakistaní Rehman Malik.
Sharif caminó por un largo pasillo hasta llegar a Modi, quien sentado en su trono no mostró la más mínima cortesía bajo las normas diplomáticas de acercarse unos pasos, señaló el político del opositor Partido del Pueblo Pakistaní.
Pareció que nuestro jefe de gobierno se dedicó a apaciguar a su homólogo indio durante el encuentro, estimó, por su parte, Shireen Mazari, dirigente de la formación Pakistan Tehreek-i-Insaf.
«Con amigos como él (Rehman Malik), ¿quién necesita enemigos? Está haciendo una montaña con un grano de arena, respondió Musadik Malik, portavoz del primer ministro.
La reunión no tuvo ninguna razón. Nos gustaría saber cuáles fueron las circunstancias que la propiciaron, afirmó Meem Afzaal, dirigente del Partido del Congreso, la principal agrupación opositora al ejecutivo de Nueva Delhi.
Modi prioriza la oportunidad de subir fotos al Twitter en lugar de respetar las necesidades de la India, consideró, a su vez, el Partido Popular Nacional.
El Partido del Congreso está listo para abalanzarse sobre el jefe de gobierno si este decide embarcarse en una misión de paz con el vecino país, consideró el portal noticioso Firstpost.
Pese a la importancia del encuentro, es difícil, al menos a corto plazo, reiniciar el estancado proceso de diálogo, estima la publicación.
India suspendió el pasado año las conversaciones tras las entrevistas de diplomáticos pakistaníes con dirigentes separatistas de Cachemira y el aumento de los tiroteos entre tropas de frontera en esa línea de demarcación.
No puede existir un diálogo significativo a menos que las dos partes abandonen sus prácticas de caer en un juego de la culpa y se centran en la construcción de posibles convergencias, afirma Firstpost.
India y Pakistán mantienen un contencioso por la histórica región de Cachemira desde la independencia de ambas naciones en 1947, que causó tres guerras.
Al retirarse del subcontinente indio en esa fecha, el Imperio Británico legó a las nacientes naciones una frontera que partió en dos a esa región, situada a los pies del Himalaya y en la actualidad una de las más militarizadas del planeta.
Según Nueva Delhi, las milicias separatistas actúan con conocimiento y apoyo de las autoridades pakistaníes, pero Islamabad niega tener contacto con esos elementos, a los que califica de actores no estatales.
Por Roberto Castellanos Fernandez
Nueva Delhi, 13 julio 2015
Crónica Digital / PL
