En la ciudad de Rancagua asistieron más de 300 delegados de las organizaciones de ex presos políticos de regiones y comunas del país. Las organizaciones históricamente realizaron petitorios, los que nunca tuvieron respuesta por parte de los gobiernos. A principios de este año, en Rancagua comenzó una huelga de hambre de duró 27 horas. El gobierno por intermedio de la ministra Rincón se comprometió a responder a las peticiones y nada de eso ocurrió.
Posteriormente a los ex presos políticos de Rancagua retomaron la huelga de hambre, se plegaron más de 120 ayunantes en más de 15 ciudades del país y esa huelga duro 41 días, hasta cuando se arribo a un acuerdo de institucionalizar una mesa de amplia con la presencia del gobierno, parlamento, iglesia católica, organismos de derechos humanos y representantes de los huelguitas y organizaciones de los ex presos políticos.
Esta mesa presidida por el obispo Goic, la subsecretaria Patricia Silva, los parlamentarios Juan Pablo Letelier y Arraigada y personeros de los ministerios, tenían 45 días para arribar a un acuerdo, eso no ocurrió, solo promovieron un modesto bono para este año y prometieron otro bono de alrededor de 50 mil pesos a algunos de los ex presos políticos que tengan más de 65 años. Nada han contestado sobre la homologación de las víctimas, sobre los exonerados que también fueron presos políticos. Además de los más de 50 años de silencio sobre los nombres de los torturadores y otras peticiones.
En la reunión de sobrevivientes de las torturas, los delegados acusaron a las autoridades de gobierno de insensibles, de relativizar las torturas que fueron objeto, de humillarlos y burlarse desconociendo los acuerdos y acordaron seguir luchando por dignidad, verdad y reparación, (removilizarce). El Gobierno quiere dividirlos por edades, y en los últimos 10 años han muerto más de 8 mil es ex presas y ex presos políticos.
Asistieron e hicieron uso de la palabra más de 40 delegados y entre ellos Veronica De Negri madre de Rodrigo Rojas, el hijo del mártir Sebastián Acevedo, las esposas de los dirigentes Ricardo Lagos Salinas (Dirigente PS) y Alberto Corbalán Castillo (hijo de Luis Corbalán PC).
El encuentro nacional concluyó, rechazar la propuesta del gobierno y consensuaron una directiva nacional unificada y representativa de las regiones y comunas, continuando con los compañeros que son parte de la mesa por un acuerdo reparatorio que estuvieron en las huelgas de hambre. Es una directiva numerosa que conducida las acciones hasta la respuesta del petitorio de los ex presos políticos torturados y sobrevivientes de la dictadura.
Por Ricardo Klapp Santa Cruz
Santiago de Chile, 20 de agosto 2015
Crónica Digital