Mónica Hermosilla Jordens, profesora chileno-belga, sobreviviente de Villa Grimaldi, ha partido este 28 de octubre. La noticia de su fallecimiento en una casa de reposo en Bélgica, nos conmueve.
Se nos ha ido otra compañera sobreviviente, protagonista de la lucha personal y colectiva de innumerables ex presas y presos por reponerse al horror vivido, recordar y testificar por los ausentes, combatiendo el olvido y la impunidad.
Pero a Mónica la recordaremos además por cantar, en medio del terror en Villa Grimaldi, el tema de Edith Piaf “La vie en rose” , con la cual animaba y llevaba algo de consuelo a sus compañeras presas. Distrayendo de paso a los guardias, para permitir a las prisioneras efectuar algunas tareas de resistencia mínimas.
Edith Piaf popularizó La vie en rose en 1946, en una Europa en ruinas tras la 2da Guerra Mundial,
exaltando el amor en su capacidad transformadora “Quand il me prend dans ses bras il me parle tout bas, je vois la vie en rose”. Mónica Hermosilla Jordens cantó estas estrofas en el cuartel de la DINA, buscando abrir paso al afecto sanador en medio del terror y la violencia.
Apreciamos su gesto y también la fortaleza que nos transmitió en sus visitas guiadas por Villa Grimaldi y en su participación en denuncias sobre la violencia sexual que se ejerció en contra de las prisioneras políticas. Nos conmovía tambien cuando en algunos actos de homenaje cubría sus ojos con una venda e interpretaba la famosa canción de amor.
Desde la distancia enviamos nuestro cariño a su familia y rememoramos a Mónica escuchando “La vie en rose”, sintiendo la energía que transmite y que sin duda buscó entregar al cantársela a sus compañeras de celda.
Santiago de Chile, 2 de noviembre 2015
Crónica Digital / Villa Grimaldi