El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, anunció que se facilitará el acceso a los documentos sobre la secta alemana Colonia Dignidad en Chile.
La iniciativa debe aportar a la investigación del papel de la diplomacia de la República Federal de Alemania en el escándalo provocado por esta controvertida historia de la diplomacia del país europeo.
Steinmeier anunció la iniciativa en la noche del martes a miércoles en una actividad en presencia de alrededor de 400 invitados en la «Sala Mundial» del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.
Antes, los invitados vieron la película «Colonia» del director alemán Florian Gallenberger.
La muestra de la película, el discurso de Steinmeier y una mesa redonda sobre el tema formaron parte de una rectificación de la posición oficial sobre este capítulo oscuro de la diplomacia alemana.
Ya la semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania lanzó en varios medios del país la información sobre una iniciativa de transparencia.
Normalmente, el plazo de suspensión para documentos en el archivo político del ministerio es de treinta años, explicó Steinmeier, quién pertenece al Partido Socialdemócrata de Alemania.
«Sin embargo, yo he decidido recortar este plazo en diez años para que los investigadores tengan acceso a estas informaciones», dijo Steinmeier bajo el aplauso de los invitados.
Con esta decisión, los archivos hasta 1986 están accesibles, antes todos los documentos a partir de 1976 estaban bajo llave.
La Colonia Dignidad fue un enclave de una secta alemana bajo el régimen totalitario del exnazi y pederasta alemán Paul Schaefer, quien mantenía contactos con exnazis, incluso criminales de guerra de alto rango.
Después del golpe de Estado de 1973 en Chile, la Colonia Dignidad se convirtió en un centro de tortura y exterminio, donde un número desconocido de miembros de la resistencia fueron asesinados.
A pesar de testimonios sobre lo que ocurría en la Colonia, la embajada de la República Federal de Alemania mantenía contactos estrechos con Schaefer.
Por Harald Neuber
Berlín, 27 de abril 2016
Crónica Digital / PL
