Colonia Dignidad, sitio de tortura y asesinatos durante la dictadura de Augusto Pinochet, sirvió hoy a las conmemoraciones por el brutal golpe de estado en Chile del 11 de septiembre de 1973.
Familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la región del Maule (Talca, Linares, Parral) ingresaron al interior de Colonia Dignidad, con el objetivo de llegar hasta las fosas descubiertas en 2005.
En las fosas se encontraron vestigios de inhumaciones ilegales.
La coordinadora de las agrupaciones de los familiares, Myrna Troncoso, dijo que informó de la actividad al juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, debido a que la actividad se desarrolló en un lugar bajo la custodia del tribunal.
Desde 2013, el ministro Carroza realiza nuevas investigaciones para aclarar los crímenes cometidos y determinar los lugares donde se inhumaron a personas fusiladas.
Colonia Dignidad fue originalmente un asentamiento de colonos alemanes que devino en lugar de actos horrendos contra niños y opositores a Pinochet.
Cientos de personas fueron secuestradas y torturadas durante la dictadura en los lugares ocupados por el Ejército y luego por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Efectuar este acto en el lugar donde muchos de nuestros familiares perdieron la vida no es solamente un acto de homenaje y recuerdo. Es también una interpelación a la justicia, declaró Myrna Troncoso.
De acuerdo con las investigaciones, se estima que más de 100 personas fueron asesinadas y pasaron a engrosar la lista de detenidos desaparecidos.
Así lo han declarado algunos de los ex jefes de Colonia Dignidad, entre ellos el ya fallecido Paul Schaefer, jerarca del sitio condenado por pedofilia, homicidio calificado y torturas.
La manifestación de este sábado recorrió los casi 12 kilómetros que hay desde la entrada a un camino hasta el portón de acceso de la hoy Villa Baviera, hasta el sector de «Chenco», donde realizaron un Llillipún (ceremonia mapuche).
Luego, se trasladaron hasta el puente del río Perquilauquen, donde lanzaron claveles, simbolizando los restos de las personas detenidas desaparecidas.
Según testimonios, los cuerpos de los asesinados fueron calcinados con fósforo químico y los restos arrojadas al embalse.
Los familiares cuentan con la ayuda del abogado Winfried Hempel, quien representa a un centenar de ex colonos que fueron víctimas de trabajo esclavo y torturas durante el régimen de Paul Schaefer.
Santiago de Chile, 10 de septiembre 2016
Crónica Digital /PL
Esta información es totalmente falsa , ¿ como es posible que jueguen con algo tan sagrado , es un ataque a la memoria histórica , una humillación a la reserva moral de este pais ¡¡ Lo pagaran muy caro !!