Los marines fueron trasladados vía aérea desde Djibouti a Kuwait y de ahí a territorio sirio -sin la anuencia del Gobierno de Damasco- en sitios relativamente cercanos a la ciudad de Raqqa, bastión del Estado Islámico (EI), desde donde pueden emplear sus sistemas de artillería y helicópteros de ataque.
El Post estima que este despliegue marca una nueva escalada en la participación norteamericana en la guerra en Siria y pone en el terreno más unidades convencionales terrestres, donde hasta ahora, como norma, solo había varios centenares de miembros de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) en tareas de asesoría y espionaje.
La llegada de estos marines al teatro de operaciones sale a la luz pública después de que medios de prensa publicaron datos sobre la presencia de efectivos del 75 Regimiento de Rangers, también fuerzas élites del Pentágono, en las inmediaciones de la ciudad siria de Manbij el fin de semana.
De acuerdo con el artículo del Post, firmado por los periodistas Dan Lamothe y Thomas Gibbons-Neff M., para que la base en Siria pueda cumplir su misión, debe estar al menos en un radio de unos 35 kilómetros de las unidades que recibirán su apoyo, al alcance de fuego de los obuses M-777.
Este operativo llega en momentos en que la administración del presidente Donald Trump estudia un plan para elevar a nuevos niveles la ayuda a los grupos irregulares sirios.
En su discurso ante una sesión conjunta del Congreso el 28 de febrero, Trump reiteró su decisión de destruir a este grupo terrorista, para lo cual prometió trabajar con los aliados de Washington.
Un día antes, el secretario de Defensa Jim Mattis entregó a la Casa Blanca un proyecto preliminar de operaciones destinadas a cumplir ese objetivo, siguiendo las indicaciones que el presidente norteamericano le dio a finales de enero.
Actualmente Washington tiene unos cinco mil soldados y oficiales desplegados en Iraq y alrededor de 500 de las FOE en suelo sirio.
Según reportes recientes del Departamento de Defensa, hasta finales de febrero de este año, la coalición bélica liderada por Estados Unidos llevó a cabo 18 mil 458 ataques aéreos contra dicha organización extremista, de ellos 11 mil 160 en Iraq y el resto en Siria, a un costo superior a los 11 mil 400 millones de dólares.
Washington, 9 marzo 2017
Crónica Digital /PL
