Descubierto hace casi 10 años en el radio telescopio Parkes, los FRB son pulsos intensos de luz de radio de una duración de milisegundos que parecen venir de grandes distancias; son alrededor de mil millones de veces más luminosas que cualquier elemento que hayamos visto en nuestra propia galaxia.
Manisha Caleb, estudiante de doctorado en la ANU, la Universidad de Tecnología de Swinburne y el Centro de Excelencia ARC para la Astrofísica del Cielo, detectó tres FRB con el radio telescopio Molonglo, ubicado a 40 kilómetros de esta capital.
Una posible explicación del misterio es que no vinieran realmente del espacio exterior, sino que fuesen una forma de interferencia local que engañaba a los astrónomos para hacerles buscar nuevas teorías de una imposible energía de radio.
El proyecto de Caleb fue desarrollar software para tamizar los mil terabites de datos producidos cada día, su trabajo valió la pena con los tres nuevos descubrimientos de FRB.
Saber de dónde provienen los estallidos es la clave para entender qué los hace. Solo una FRB ha sido relacionada con una galaxia específica, señaló Caleb, y añadió que espera que el radio telescopio Molonglo haga lo mismo con muchas más ráfagas.
Canberra, 4 abril 2017
Crónica Digital /PL